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Javier Aguilar no deja de desafiar y romper sus propios límites a través de uno de los deportes con los que más disfruta: la escalada. Y es que resulta increíble ver cómo este escalador ciego de nacimiento es capaz de conquistar la ... roca, guiándose simplemente con la ayuda de sus manos y apoyándose siempre en esas ganas de superación que le han hecho lograra hazañas como su última subida en los Cahorros de Monachil en Granada. Una ascensión que realizó tras el confinamiento y con la que se convirtió en el primer escalador invidente en completar una vía de 7c de dificultad de primero (pasando la cuerda por los mosquetones a medida que se sube) y donde literalmente este escalador ha hecho historia. Pero no contento con eso, Javier Aguilar ha sumado recientemente un nuevo desafío en La Aiguille Dibona (3.130 m) en el macizo de Les Ecrins, el sector más occidental de los Alpes franceses.
Uno de esos lugares soñados por los amantes de la escalada alpina, en el que Javier Aguilar ha logrado la ascensión, en este caso de segundo, de una de sus vías más conocidas: 'Visite obligatoire'. Una línea de escalada de 400 m y con una dificultad de 6a+/b que se encuentra situada a más de 2.700 metros de altura y que este escalador junto a su compañero Pedro Soto han logrado ascender.
Una auténtica aventura para Javier Aguilar, que él mismo ha explicado a través de su perfil de Instagram: «Ascendimos hasta el refugio, 1100m a pie; al día siguiente sabíamos que iba a ser muy intenso. Medio dormido escucho a Pedro a las 6.30 de la mañana: «¡Javi, ya hay siete cordadas en la pared!» Me levanté de un bote y ahí empezó este gran día. Estábamos a 2.730 m. y nos quedaban 400m. para llegar al pico. La vía que hicimos se llama 'Visite Obligatoire' y es de grado 6A+\B», explica el escalador.
Aunque el comienzo no fue nada fácil ya que empezaron por error «por la vía de al lado que era un poco más dura», explica. Aún así «entre pies pequeños, regletas diminutas y fisuras que salían a nuestro paso, sólo puedo decir que ha sido una de las ascensiones más bonitas que he hecho hasta ahora. Gracias a Pedro pude encadenarme todos los largos, ya que me puso la cuerda adecuadamente para que pudiera seguir la vía», finaliza.
Un nuevo reto conseguido para Javier Aguilar con el que vuelve a demostrar que los límites existen para ser superados.
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