Todo lo que necesitas saber para hacer senderismo con lluvia este otoño

Esto no quiere decir que tengamos que salir a caminar por la montaña mientras cae el diluvio universal, pero sí que podamos estar preparados ante un cambio en la climatología o poder seguir disfrutando de este deporte mientras llueve y con esas primeras y ligeras lluvias de otoño. Para ello, basta con empezar a pensar en algo tan sencillo como por lo que llevaremos puesto para la ruta, algo que con el frío y las lluvias va mucho más allá del confort, ya que la ropa empapada y la humedad pueden hacer que nuestro cuerpo se enfríe pudiendo exponernos desde un simple resfriado a una hipotermia. Para evitarlo y para seguir disfrutando del senderismo este otoño, te aconsejamos que tomes nota de estos sencillos consejos antes de afrontar tu próxima ruta.

Al igual que antes de realizar una ruta es fundamental mirar la meteorología para revisar la temperatura o si hará sol, nubes, lluvia o nieve, tampoco deberías olvidarte de revisar, en el caso de que se pronostiquen precipitaciones, la cantidad de agua prevista en mm que puede caer en la zona por la que planeas hacer dicha ruta. Existen varias webs y aplicaciones para consultarlo, una de las más recomendadas es la predicción de la AEMET, donde puedes consultar la probabilidad de precipitación por horas y también las precipitaciones en mm a cada hora.

Del mismo modo que imprescindible llevar ropa impermeable con nosotros, también lo es asegurarnos de que ni el agua ni la humedad entrarán en nuestros pies. Así que además de un calzado de montaña cómodo y que se adapte perfectamente a nuestro pie evitando así la aparición de ampollas o rozaduras durante la caminata, también tendremos que sumarle un calzado impermeable por el que no se cuele el agua. En este caso, el Goretex es un material perfecto para asegurar esa impermeabilidad.

Unos calcetines adecuados y unas simples polainas, también pueden ser nuestros mejores aliados en la montaña para asegurar que nuestros pies estén siempre secos. En el caso de las polainas, estas ayudarán a evitar que el agua se cuele por el tobillo y a evitar que se empapen o se llenen de barro los bajos del pantalón. Asegúrate de hacerte con unas polainas que sean cómodas para caminas y fáciles de poner y quitar.

Para evitar la humedad y la lluvia en el resto del cuerpo, es fundamental que optemos por prendas con tejidos impermeables y sobre todo transpirables, de manera que el sudor o la humedad no sean un problema. Actualmente existen en el mercado numerosas prendas ideadas para la montaña hechas de textiles con cualidades absorbentes, transpirables e impermeables, que aseguran que estemos secos incluso con lluvia de por medio. Otra peculiaridad de este tipo de telas, es que son capaces de secarse con rapidez, a la vez que absorben la propia humedad natural de nuestra piel. Por supuesto, no dudes en evitar el algodón, ya que este sí que puede humedecerse muy rápidamente y secarse muy lentamente. Una de las principales razones por las que el algodón no es el tejido más adecuado para hacer una ruta de senderismo y para hacer deporte.

Una de las principales recomendaciones para hacer senderismo, siempre es la de seguir la regla de las tres capas para la vestimenta. Esta tendrá que constar de una capa interior que irá pegada a la piel y cuya función es la de mantenernos protegidos de la humedad. Para ello una camiseta térmica de poliéster o polipropileno puede ser la mejor opción. La capa intermedia suele estar hecha de fibras sintéticas y transpirables que permitan una libertad en los movimientos, como un forro polar ligero que nos garantice confort y calidez. En cuanto a la capa exterior, esta cubrirá y protegerá al resto de capas, así que tendrá que ser tanto impermeable como transpirable, por ejemplo una chaqueta impermeable con un diseño y una largura adecuados para que el agua resbale por ella sin mojarte.

Aunque puede que no necesites utilizarla, nunca está de más llevar en la mochila un par de prendas para poder cambiarnos en caso de que sea necesario. Lo más habitual suele ser una camiseta térmica (capa interior) y un par de calcetines secos. Por supuesto, asegúrate de guardarlos en una mochila impermeable o en una mochila que cuente con funda impermeable y nunca está de más guardar esas prendas de repuesto en una bolsa de plástico por si acaso.

Los bastones de trekking siempre son una buena ayuda en la montaña para reducir la carga de trabajo en las rodillas, pero también para ayudarnos a mantener el equilibrio en pasos resbaladizos, como los que habitualmente encontraremos en época de lluvias o en lugares embarrados. Así que no dudes en llevarlos para tus rutas.

Aunque nuestro cuerpo y nuestros pies estén totalmente secos, unas manos empapadas o frías también pueden hacer de la ruta una pesadilla y esto añadido a que no tendrás el mismo agarre con los bastones si los coges con las manos mojadas, que si los agarras con unos guantes puestos. Unos guantes ligeros para senderismo serán por lo tanto otro gran aliado en tus rutas.

Aunque puede parecer un complemento bastante evidente para protegerse de la lluvia, no siempre acaba incluyéndose en la mochila de senderismo. Actualmente existen varios modelos de paraguas específicos para usar en la montaña, con elementos hechos con fibra de vidrio y no conductores de la electricidad. Aún así, solo te recomendamos usarlo en el caso de que no haya viento ni tormenta.

Si mientras caminas encuentras un lugar cubierto y seguro en el que puedas aprovechar para parar unos minutos a descansar, comer o beber sin mojarte, aprovéchalo. Puede que cuando necesites un sitio en el que pararte más adelante no lo encuentres, así que mejor aprovecha las oportunidades que te brinde la ruta para reponer fuerzas, secarte y sobre todo hidratarte.

Puede que en ocasiones te encuentres con senderos con pasos muy resbaladizos o embarrados, así que no pierdas de vista los lugares por los que caminas con el fin de reducir riesgos de caída o accidente. En ocasiones bastará con ayudarte de los bastones o con esquivar ciertos senderos por un camino adyacente más seguro y seco si lo hay, pero en otras puede que un paso en falso nos asegure un accidente, para evitar esto procura informarte previamente del tipo de recorrido antes de hacer la ruta y si es necesario, no dudes en dar la vuelta.

Actualmente la gran mayoría de mochilas ya vienen con una funda impermeable incorporada, pero en el caso de que la tuya no cuente con una no dudes en comprarla. Se trata de un accesorio muy ligero pero muy eficiente, sobre todo si quieres asegurarte de que todo lo que hay en el interior de la mochila no acabe totalmente empapado. Además también existen mochilas con materiales impermeables que complementan esa impermeabilidad de la funda.

Cuando la humedad aumenta en el ambiente, también aumenta el riesgo de sufrir hipotermia, así que es importante que además de ayudarnos de ropa térmica seca que conserve el calor y sea transpirable, también estemos al tanto de los síntomas más habituales de la hipotermia para saber prevenirla. Estos síntomas pueden ser: escalofríos, balbuceo, respiración lenta y superficial, falta de coordinación, desorientación, somnolencia...

En cuanto a la deshidratación, aunque esta suele asociarse al verano y al calor, lo cierto es que es posible que ocurra en cualquier época del año e incluso con lluvia. La causa de ello, es que a menudo nos olvidamos de beber agua mientras caminamos y más aún mientras llueve, pero durante el ejercicio y con la humedad nuestro cuerpo sigue perdiendo agua y sales minerales a través de la sudoración, así que es fundamental que no nos olvidemos de parar a beber agua y comer algo por el camino.