Tropiezo azul antes del derbi

El gol de los locales llegó en un saque de esquina que entró empujado sobre la línea por Nolaskoain, en un claro error del equipo ovetense, que no tenía a nadie en el primer palo.

Cervera quitó del campo a Borja Bastón en los minutos finales para que no viera la quinta tarjeta amarilla, mientras que Marcelo Flores se convierte en duda para el sábado, tras retirarse lesionado por un golpe.

En la alineación ovetense, además del regreso al centro del campo de Luismi en sustitución de Mangel, la novedad fue la presencia de Rodri Tarín en el centro de la defensa, ocupando la plaza de David Costas, que tenía molestias en la espalda, por lo que el técnico no quiso arriesgar con su presencia en el equipo titular y tener que retirarlo.

Aunque el Eibar saltó al campo con la intención de mandar en el partido, los ovetenses no se arrugaron de inicio y volvieron a ser capaces de combinar más y tener el balón por encima de lo que se espera de un equipo de Cervera. Además de mantener el orden defensivo, los azules fueron capaces de encadenar series de varios pases consecutivos y acercarse a la portería de Luca Zidane.

Eso trajo como consecuencia que las dos primeras ocasiones de gol fuera para los carbayones. Primero Sergi Enrich remató de cabeza un saque de esquina, pero lo hizo desviado. Después, Marcelo Flores, que está empezando a ganar protagonismo en el juego del equipo, hizo una buena jugada en el área y sirvió un centro que se paseó por el área pequeña sin que Borja Bastón llegada a meter el pie. En la misma jugada, el delantero cabeceó alto un centro de Hugo Rama.

El partido se desarrollaba en el centro del campo y ninguno de los dos conjuntos era capaz de avanzar con cierta velocidad, lo que provocaba que los sistemas defensivos tuvieran tiempo de organizarse y abortar cualquier posibilidad de crear ocasiones claras.

Uno de los argumentos ofensivos del Oviedo eran las incorporaciones por la banda izquierda de Marcelo Flores, que apareció más que en encuentros precedentes. No le anduvo a la zaga Hugo Rama, que también fue de los que más veces tocaba el balón en la faceta ofensiva.

En el tramo final de la primera mitad, la intensidad del juego descendió algo y se acabó de trabar en el centro del campo. El exoviedista Blanco Leschuck tuvo la única ocasión clara de esos minutos, con un taconazo en el primer palo al que respondió Braat con una buena intervención, desviando el balón con el pie.

La primera mitad acabó con la sensación de que se había cumplido mejor el plan de Cervera que el de Garitano, ya que los ovetenses no pasaron por muchos apuros y atacaron con cierta soltura, aunque sin acierto.

Al regreso de los vestuarios, el Eibar aumentó su posesión y parecía que se iba a lanzar a por el partido. Sin embargo, lo que sucedió es que llegó la oportunidad más clara para los ovetenses. Fue un robo de Jimmy en el centro del campo, que acabó en una contra, pero primero Borja Bastón disparó al cuerpo de un defensa y luego Hugo Rama tiró muy desviado.

Esa acción fue un espejismo, ya que el control del partido era de los locales, que insistían una y otra vez en llegar a la portería de Braat, que empezó a tener cada vez más visitas en su área. Marcelo Flores abandonó el campo lesionado, tras un mal apoyo, y entró en su lugar Borja Sánchez, para ocupar la banda izquierda del centro del campo.

A los de Cervera ya no les duraba tanto el balón como en la primera mitad y el acoso era cada vez más intenso. Braat sacó junto al larguero un saque de esquina cerrado, pero en el siguiente, ejecutado por Matheus lo empuja sobre la línea Nolaskoain, anticipándose al meta galo. El gol era la consecuencia del paso atrás del equipo en la segunda mitad.

La reacción del técnico oviedista fue dar entrada a Viti por Hugo Rama y a Mangel por Borja Bastón, para evitar la quinta amarilla y la consiguiente sanción. Buscaba el técnico tratar de controlar el centro del campo que el equipo había perdido con la incorporación del medio del Vetusta. Además, de meter más velocidad por la banda derecha con la incorporación de Viti. Poco después Obeng entró por Luismi.

Le entraron las prisas a los azules entonces que buscaban el empate a la desesperada, pero sin demasiado convencimiento, ya que la precipitación en varias acciones facilitó el trabajo del conjunto local, que estaba bastante más cómodo en el campo y tuvo alguna contra para sentenciar.

Aunque la chispa de Viti propició algunas acciones de cierto peligro por la derecha, no hubo ocasiones de gol claras para los ovetenses en los últimos minutos del encuentro.