«Los resultados no salen y lo acepto, no hay nada que decir», asume Javi Rozada

Los resultados y, sobre todo, la derrota del pasado sábado ante el Alcorcón, se han llevado por delante a Javi Rozada, que ayer fue destituido como entrenador del primer equipo carbayón.

Al final, fueron 23 los encuentros que el técnico estuvo al frente del equipo y tras una reacción inicial, los resultados no han tenido la continuidad esperada, por lo que a falta de 14 jornadas para el final de la temporada, el equipo se encuentra en posiciones de descenso.

El técnico fue llamado ayer a las oficinas del club a primera hora de la tarde y allí se reunió con Federico González, representante del Grupo Carso; el presidente, Jorge Menéndez Vallina; y el director deportivo, Francesc Arnau. En el transcurso de la reunión se le transmitió la decisión que se había tomado, justificada en la búsqueda de una reacción hasta el final del curso.

El club anunció oficialmente la salida del técnico pasadas las cinco de la tarde, confirmando una información que fue avanzada en exclusiva por EL COMERCIO DIGITAL. «Se ha tomado la decisión de resolver el contrato de Javier Rozada», explica en la nota, donde se recuerda que el técnico finalizaba su vinculación el 30 de junio. El club agradece al entrenador «su entrega, profesionalidad y trabajo desempeñado durante su etapa en el club azul, al frente de filial y de la primera plantilla», para acabar deseándole suerte en su futuro profesional.

Pocos minutos después, el propio técnico abandonaba las oficinas del club y en un breve encuentro ante los medios presentes asumía su cese comentando que «los resultados no salen y lo acepto, no hay nada que decir, se ganó solo dos partidos de diez».

Además, también tuvo palabras sobre el futuro y dijo que lo que se necesita ahora es que «se hable de fútbol» y a los medios de comunicación les pidió que «al entrenador que venga habladle de fútbol porque cuando se empezó a hablar de otras cosas, el equipo se cayó». Unos minutos después del entrenador, abandonaron las oficinas Federico González y Jorge Menéndez Vallina, que eludieron hacer comentarios a la prensa sobre los motivos de la salida del técnico.

Rozada, que las dos temporadas anteriores había dirigido al filial, primero ascendiéndolo a Segunda B y la pasada campaña logrando la mejor clasificación del Vetusta en la categoría de bronce, accedió al banquillo tras cinco jornadas para sustituir a Sergio Egea. El argentino dejó al equipo en el último puesto de la clasificación, con un solo punto, precisamente el logrado en el Carlos Tartiere ante el Lugo, rival de los azules el próximo domingo. En los 23 encuentros que el ovetense estuvo en el banquillo logró 6 victorias, 10 empates y 7 derrotas. El equipo encajó 31 goles y marcó 29.

Con la llegada de Rozada se produjo una reacción inicial y poco a poco el equipo fue saliendo de la zona baja de la clasificación. Sin embargo, la derrota del pasado sábado ante el Alcorcón y la mala imagen del equipo acabaron por condenar al técnico.

El sábado se produjo una reunión tras el encuentro, entre los máximos responsables del club y el cuerpo técnico en la que se analizó la situación, incluyendo una conversación con Arturo Elías. En principio, no se tomó ninguna medida, pero un análisis más sosegado de la situación hizo que ayer se precipitasen los acontecimienos.

Entre las cosas que pesaron en contra de la continuidad del técnico estuvo su sanción de tres partidos por la expulsión de Vallecas, que se unía a la del Sardinero. El hecho de que no se pudiera sentar en el banquillo en encuentros importantes tuvo peso en la decisión final.