El Oviedo espera un impulso municipal a su proyecto

De todos los asuntos que están sobre la mesa de los dirigentes azules y los municipales hay dos joyas: ciudad deportiva y patrocinio. Ambos son claves para el futuro de la entidad. El primero, en el largo plazo y el segundo, en el corto. La solución de ambos parece manejar diferentes plazos.

El pasado 3 de marzo, el presidente del Grupo Pachuca, Jesús Martínez, encabezó la delegación oviedista que hizo la presentación oficial de los terrenos donde irá ubicada la nueva ciudad deportiva del conjunto azul. Una finca en Latores con algo más de diez hectáreas y que era propiedad del Grupo Herce, del que es propietario el expresidente del Numancia Francisco Rubio, que asumirá la construcción de la obra, es el escenario elegido. Todas las partes están de acuerdo de la idoneidad de la ubicación e incluso de la extensión del terreno, pero no es suficiente para que el proyecto sea una realidad.

Los trámites administrativos amenazan la posibilidad de cumplir con los plazos previstos y que apuntaban a un inicio inminente de las obras al término de la competición. Desde el momento inicial, hubo voces que pusieron en duda el hecho de que los terrenos puedan ser destinados a ese tipo de equipamiento y encima de la mesa del consistorio está resolver esa situación. En la búsqueda de soluciones hay dos opiniones enfrentadas ya que unos defienden que un modificado del PGOU de la ciudad obligaría a trámites que se podrían alargar incluso hasta tres años, mientras que los más optimistas consideran que con un trámite más sencillo se podría resolver en un plazo inferior a los seis meses. El equipo de gobierno deberá dar una solución satisfactoria.

En el segundo escalafón de necesidades aparece el patrocinio. Oviedo luce en la camiseta del primer equipo y reporta una cifra que alcanza los 400.000 euros anuales. Antes de las elecciones, club y consistorio pactaron una renovación por cuatro años y ahora llega la hora de plasmarlo en un documento y que el club se garantice unos ingresos que son claves en la sostenibilidad económica de la entidad.

Por debajo de esos dos primeros compromisos, lo que no significa que tengan menos importancia, se encuentran las obras que se deben acometer dentro del estadio y las prometidas en la última semana para mejorar los accesos al Carlos Tartiere.

El club anuncio el inicio de las obras de mejora que corren a su cargo la semana pasada y, tras algunos inconvenientes administrativos que tensaron los días previos a las votaciones, parece que todo está resuelto y que la entidad podrá ejecutarlas de forma inmediata. La instalación no sólo quedará atendida con los nuevos vídeos marcadores, el sistema de iluminación led, la megafonía y las mejoras del césped. El estadio precisa de intervenciones menos vistosas pero igual de importantes que aseguren su perfecta conservación y que deben correr a cuenta del ayuntamiento.

Mejorar los accesos es una vieja demanda del oviedismo y Canteli anunció la instalación de escaleras mecánicas que alivien las aglomeraciones de entrada y salida del estadio. En la presentación, el alcalde ya reconoció que la obra no sería posible en lo que resta de 2023, pero sí se comprometió a agilizarla al máximo, aunque han sido varias las veces que se prometieron soluciones y estas no llegaron.