El Oviedo entierra su sueño

Los azules volvieron a ser un equipo previsible y sin muchas ideas en el centro del campo que, además, volvió a regalar en defensa. Esta vez fue un penalti tan claro como evitable de Carlos Hernández y luego con un error de marcaje de Alanís en un centro lateral.

El gol local de penalti al borde del descanso abrió el camino de la victoria local. Solo un tanto de Joselu al transformar una pena máxima a falta de un cuarto de hora dio esperanzas a los azules, que lo intentaron hasta el final, pero lo hicieron de forma atropellada y sin generar grandes ocasiones.

El técnico azul cambió el sistema, para jugar con tres centrocampistas, dando entrada a Folch en el centro del campo, para acompañar a Jimmy y Tejera. El sacrificado fue Ibrahima, con lo que Joselu fue el único delatero del equipo, aunque Viti le acompañó en muchas fases del partido como segunda punta. El resto fueron los previstos con la entrada de Alanís en el centro de la defensa, Mossa, en el lateral izquierdo y Bárcenas en la izquierda del centro del campo.

Los locales salieron como correspende a un equipo que se jugaba salir de la zona de descenso y tuvieron unos minutos a los de Egea en su campo, pero no se acercaron con peligró a la portería de Champagne. Los oviedistas reaccionaron con algunos buenos contraataques, sobre todo por la derecha, donde Diegui Johannesson tenía toda la banda para él y aprovechaba su velocidad.

La superioridad en el centro del campo no se traducía en buen manejo de balón, pero, al menos, permitía no pasar problemas. El Tenerife empezó a sufrir y poco a poco el Oviedo se empezó a asomar a la portería de Dani Hernández. Una contra de Diegui, acabó con un disparo alto de Bárcenas, luego el propio Diegui se plantó solo ante el portero, pero éste le tapó bien y mandó a córner. El saque de esquina lo cabeceó Alanís a las manos del portero.

El partido parecía que estaba donde lo querían los oviedistas, con un Tenerife sin peligro y el paso de los minutos parecía beneficiar a los locales, que podían empezar a jugar con la ansiedad local.

Cuando el partido iba camino al descanso, sin grandes sobresaltos para ninguno de los dos equipos, llegó la jugada que cambió el escenario. Carlos Hernández agarró claramente a Jorge Sáez en el área y el árbitro señaló el punto de penalti. El encargado de transformarlo fue Suso, que lo hizo engañando a Champagne.

Egea dejó a Tejera, que tenía tarjeta amarilla, en el vestuario en el descanso y dio entrada al delantero Ibrahima, con una apuesta clara de buscar un juego más directo y mayor presencia en el área contraria.

En el inicio de la reanudación un par de internadas por la izquierda de Bárcenas y Mossa permitieron a los ovetenses meter el miedo en el cuerpo a los locales, que ya habían retrocedido algo en el campo y trataban de guardar la renta.

El dominio del conjunto carbayón no le servía para crear peligro sobre la portería chicharrera, ya que faltaba acierto en el último pase y la precipitación en la que incurrían una y otra vez los jugadores impedía cualquier acción peligrosa.

Las cosas se pusieron definitivamente cuesta arriba, cuando tras un saque de esquina, el balón volvió al costado derecho, donde Milla sacó un buen centro al área y Carlos Ruiz se adelantó a Alanís para cabecear al fondo de la red y poner el 2-0 en el marcador.

El partido parecía sentenciado, pero recobró vida para los ovetenses, cuando el árbitro señaló un penalti por mano de Alberto en un centro lateral. La pena máxima la transformó Joselu. El conjunto azul, con todo, Steven entró por Viti, se volcó en busca del empate.

Aunque hubo varias ocasiones, como un remate de Ibrahima y un disparo de Joselu, el marcador no se movió y con esta derrota las opciones de 'play off' se desvanecen para el conjunto de Sergio Egea.