«Es obligatorio creer que se puede lograr»

La esperanza suele asociarse al color verde, pero esta semana está toda puesta en el azul. El azul de un Real Oviedo que tras ahogarse en el estadio de Gran Canaria, se aferra ahora a la posibilidad de convertirse en el verdadero tapado del play off: ese equipo que, cuando todas las probabilidades apuntan a que lo tiene peor, acaba dando la sorpresa.

El vestuario y el cuerpo técnico creen en que eso pueda ser así, y el encargado de compartir esa sensación de muros para afuera fue ayer un Dani Calvo que sabe perfectamente de lo que habla. «Por la experiencia que tengo, es obligatorio creer que se puede conseguir. Aquí se cree, y nos centramos en nosotros mismos para ganar al Ibiza por esa misma razón. Luego ya veremos qué hacen los demás», apostilló el oscense.

Para acabar en puestos de play off el Oviedo tiene que ganar su partido y que, a su vez, el Sporting o el Burgos sean capaces de derrotar a alguno de sus rivales directos por la promoción: Las Palmas y Girona respectivamente. «Ellos también tienen su presión, todos nos estamos jugando el pelear por subir a Primera. Es cierto que les vale el empate a ambos, pero juegan lejos de casa y ante rivales complicados. Nosotros estamos seguros de que Burgos y Sporting quieren hacer sus deberes», contextualizó un Dani Calvo que considera «siempre complicado» puntuar a domicilio en esta categoría.

Cuando el central carbayón habla de su propia experiencia, no lo hace en vano. En la temporada 2017-2018, cuando vestía la camiseta del Numancia, vivió una situación similar a la que vive ahora con el conjunto carbayón. El equipo soriano, de aquella dirigido por Jagoba Arrasate, necesitaba dos resultados en la última jornada para acabar entre los seis primeros, y ambos se dieron. Los rojillos ganaron a la Cultural -que se jugaba el descenso- y el Cádiz, que necesitaba la victoria, cayó ante el Granada a pesar de que los nazaríes no se jugaban nada. La guinda para el milagro numantino la puso el Osasuna, que dependía de sí mismo para aprovechar el tropiezo de los gaditanos y, sin embargo, perdió ante un Valladolid que buscaba asegurar su plaza en la última jornada.

Los sorianos pasaron del octavo puesto a la sexta plaza en esa última jornada. No fue la única vez que Calvo logró el billete de la promoció cuando las cuentas no jugaban a favor de su equipo. Tres temporadas más tarde, en la 2019-2020, lo logró de nuevo con el Elche. Los ilicitanos llegaron a la última jornada séptimos, con 58 puntos y dos de desventaja respecto al sexto, el Fuenlabrada. El Elche hizo sus deberes venciendo, precisamente al Real Oviedo, y el resto de resultados se dieron a favor del conjunto entrenado ese año por Pacheta. En aquella ocasión, la incertidumbre se alargó casi un mes: fue el famoso Deportivo-Fuenlabrada, suspendido por los positivos en coronavirus de los madrileños, el que decantó la balanza a favor de los ilicitanos.

A pesar de que el Dépor ya estaba descendido y de que al Fuenlabrada le valía el empate, el choque terminó con 2-1 a favor de los gallegos y con el Elche confirmando así, en una última jornada de lo más atípica, su pase para el play off. Esa campaña, además, los de Pacheta acabaron ascendiendo a Primera División tras apear por el camino a Zaragoza y Girona.

Calvo tiene bien presente ambas vivencias, y así lo compartió con el resto de compañeros tras «el varapalo» sufrido en el estadio de Gran Canaria. «El pospartido fue complicado porque sabíamos lo que nos jugábamos, pero aprovechamos el viaje de vuelta para hablar de nuestras posibilidades y compartir experiencia pasadas. Yo me metí en dos playoff a última hora, y en esta ocasión no es diferente: espero que acabe de la misma forma», comentó el propio jugador.

El defensor azul aboga por jugar ese último partido «con mucha cabeza» y espera encarrilar pronto un partido que podría meter aún más presión a Girona y Las Palmas. «Debemos ser intensos y meterle ritmo: si conseguimos adelantarnos pronto les obligaríamos a dar un paso adelante y eso puede ser complicado para ellos», concluyó el propio futbolista.

Si la suerte de Calvo se repite, la caída en Las Palmas puede ser solo un traspiés para un Oviedo que, tras seis temporadas sin lograrlo, podría ser esta la primera en la que se convierta en ese rival con el que nadie cuenta.

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