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El césped del Carlos Tartiere, un enemigo más para los azules

En los próximos días confían en que se pongan en funcionamiento las lámparas de luz y calor que deben mejorar el estado del campo

R. J. G.

OVIEDO.

Lunes, 4 de noviembre 2019, 04:17

En el fútbol suele decirse que el campo está igual para los dos equipos, pero la realidad es que un terreno de juego en malas condiciones suele perjudicar más al conjunto que propone un juego más ofensivo, como ahora es el caso del Real Oviedo.

El estado del Carlos Tartiere en las últimas jornadas es una preocupación más para el cuerpo técnico del conjunto azul, ya que está condicionando el juego. Un ejemplo de ello fueron las palabras de Javi Rozada al término del encuentro del pasado viernes ante el Almería. «No se puede jugar con extremo en esa banda derecha por el estado del césped», dijo el técnico que justificó así la entrada de Riki por Omar Ramos, en busca de que el ovetense canalizara el juego por el centro del campo, que estaba en mejores condiciones.

La banda de la tribuna presidencial, y el fondo sur de la misma en especial, son las zonas que peor estado presentan. Ante el Almería el lateral Nieto lo sufrió en la segunda mitad y se le escaparon dos balones casi consecutivos por el mal estado del mismo. En general los resbalones se suceden en muchas zonas del campo y hacen que los jugadores duden en algunas acciones por miedo a fallar.

El club acometió el pasado verano el cambió del césped del Carlos Tartiere, en la confianza de que permitiría poner fin al mal estado del mismo para esta temporada. La realidad es que la hierba no ha enrraizado como se esperaba. Ante esta situación hace un par de semanas se optó por recebar con arena de sílice todo el campo para tratar de que mejore, pero por el momento el resultado no es el esperado.

Ahora una de las esperanzas para tratar de que mejore el terreno de juego es que se pongan en funcionamiento las lámparas de luz y calor, que llevan un par de semanas en el estadio. Hasta ahora no han entrado en funcionamiento, ya que era necesario acometer unos trabajos auxiliares para el suministro eléctrico de las mismas. En las puertas del invierno se espera que esa sea la solución para que el terreno de juego mejore sensiblemente y evitar la falta de luz y las heladas.

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