El Real Avilés, a dos pasos del ascenso

El duelo entre las dos plantillas más lustrosas de la Tercera División asturiana se iba a decantar muy pronto, tanto que algunos aficionados se lo perdieron. Antes de cumplirse el primer minuto de juego, Benéitez y Oliveira provocaban el error caudalista en la circulación de la pelota y el canario proyectó sobre la carrera de Natalio. El capitán iba al límite ante la salida de Javi Porrón, pero la fortuna equilibró la balanza para que el balón suelto tras tocar el portero quedara a pies del valenciano, que anotó a puerta vacía no sin suspense por la suavidad y ajuste al palo de su remate con la derecha. Ya son 19.

El Caudal propuso el campo un estilo de balón al pie desde la portería y la primera pérdida la costó muy cara al equipo de Xavi Annunziata.

Ese tropiezo y algún que otro susto por deslices similares que provocaron remates fallidos de Benéitez, Mabwati y Natalio, que la tuvo muy clara, no modificó el estilo de un Caudal obligado a marcar dos goles porque el empate no le servía. A la par, el Avilés mantenía la presión alta y juntó más sus líneas para apostarse a la contra.

Superado el sofoco del inicio y el golpe del gol encajado, el equipo mierense enlazó a los diez minutos un ataque por la derecha entre Keko Roza y Robert, que nada más pisar el área fue derribado por Albuquerque. Un penalti que ni el árbitro ni su asistente de banda estimaron en lo que también parece un cambio de tendencia en lo que se refiere a errores arbitrales. Un disparo de Caique atrapado por Davo y otro de Robert desviado, consumaron los escarceos mierenses ante un Avilés que había recompuesto su dibujo tras la retirada prematura de Dani Benéitez, por una gripe que le dejó sin fuerzas. Entró Pereira y Rueda dispuso una defensa de tres centrales con la que el equipo se pudo enderezar hasta el descanso, sin poder elevar la renta en los acercamientos que intentaron Mabwati, Natalio y Vitolo.

Sami el Anabi había visto una tarjeta amarilla y para evitar riesgos, Luis Rueda lo dejó en la caseta dando entrada a Félix en otra reordenación del sistema volviendo la defensa de cuatro con Pato a la izquierda y Pereira a la derecha. El Caudal salió con bríos en busca del empate pero la defensa y Davo salvaron aún con ciertos apuros, las primeras llegadas de un rival que mantenía el apego por jugar al toque sin demasiada profundidad.

Pero rebasado el cuarto de hora una indecisión de los pivotes avilesinos permitió al Caudal generar su oportunidad más clara en un mano a mano que Davo pudo ganarle a Pablo Coutado sacando un pie milagroso para evitar el empate. Poco después Robert y Caique no acertaron a rematar un servicio envenenado de Damián al área local.

El Avilés ya jugaba con el factor resultado y se mantuvo agazapado a la espera de lanzar sus misiles en la contra oportuna, pero al equipo de Rueda le faltó pausa y también calidad de pase para sacar rédito de las opciones que dispuso cuando logró recuperar la pelota. La mejor noticia para el conjunto blanquiazul fue ganar minutos al crono sin que el partido se descontrolara. El Caudal, aún cambiando el dibujo con los cambios, no se echó arriba a la desesperada, por lo que tampoco el Avilés quiso el ida y vuelta que se podía esperar.

La eliminatoria se cerró en lo que menos se pudo ver ayer, las acciones a balón parado. Casi no hubo ni faltas cercanas al área ni saques de esquina, uno por bando y en el tramo final del encuentro. El que botó el Caudal fue bien resuelto por una defensa escarmentada y el propio trajo la sentencia. Vitolo puso el balón, Edu Cruz hizo la 'peinada', Prendes remató con el hombro al poste y Albuquerque remachó de cabeza. Se rozaba el minuto ochenta y el Avilés estaba en semifinales.

Pero la alegría se congeló en el 88, cuando Prendes fue a por un balón dividido al que quiso llegar Cristian. El delantero caudalista quedó tendido en el suelo con la pierna rota por la tibia y el peroné. En medio del horror, el árbitro mostró una tarjeta roja a Prendes, abatido por un lance involuntario, que el Avilés estudia recurrir para contar un el defensa el próximo domingo (17 horas, El Florán) en la semifinal ante el San Martín.