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SANTY MENOR
AVILÉS.
Lunes, 17 de mayo 2021, 04:14
Lo que iba a ser una fiesta, una celebración merecida después de muchos sinsabores, se quedó a medias. El final del trascendente choque de ayer, cuartos de final del 'play off' de ascenso a Segunda RFEF, quedó eclipsado por la estremecedora lesión de Cristian García Solís ... . Se escuchó un chasquido que dejó en 'shock' a los jugadores de ambos equipos y que obligó al colegiado, González González, a señalar el final del partido sin añadir un segundo más al sufrimiento de los jugadores de ambos bandos. Y también, en pleno sofoco, decidió expulsar a Álex Prendes, llevado por la grave consecuencia de un lance fortuito en el que parecía señalar falta del desafortunado delantero.
Hasta el minuto 87, el Suárez Puerta pudo disfrutar por fin de su equipo después de una fase de ascenso plagada de acciones desgraciadas. Antes de que se cumpliera el minuto y medio de juego, Natalio ya había adelantado al Avilés, lo que obligaba al Caudal a arriesgar para tratar de hacer dos tantos. Entonces, con los hinchas más ruidosos del equipo fuera del estadio por un malentendido con el número de entradas, la grada de Juan Ochoa apareció a impulsos. Calma tensa cuando el Caudal tenía el balón en zonas poco peligrosas y aplausos tanto en las acciones defensivas como en las ocasiones y, sobre todo, y sobre todo en el tanto de Albuquerque a la salida de un córner a doce minutos del final. Un gol que liberaba tensiones y despejaba dudas entre los más nerviosos.
Sin embargo, cuando los seguidores se preparaban para ovacionar a los suyos festejando el pase a semifinales, ocurrió la desgraciada acción de Cristian. Prendes se disponía a despejar un balón, el delantero metió la pierna y el central impactó contra ella en lugar de la pelota, provocando una fractura de tibia y peroné. Todo el estadio pudo escuchar el chasquido y acongojarse ante los gestos de los futbolistas de uno y otro equipo.
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Tras varios minutos de atención a pie de campo, Cristian, exjugador blanquiazul, se llevó la ovación del Suárez Puerta en su retirada en camilla, algo que se volvió a repetir durante su traslado del vestuario a la ambulancia, con destino al HUCA. Con todos los jugadores todavía muy afectados por la acción, algunos llorando sin consuelo, la afición, entonces sí, pudo despedir a su 'guerreros' como se merecían después del esfuerzo realizado y la consecución de un resultado muy necesario por varios factores, más allá del juego desplegado, que ayer no era lo más importante del encuentro.
Diego Baeza, tan afectado como todos por la lesión de Cristian, lo pasó tan mal como siempre en el palco, aunque en esta ocasión la moneda cayó de cara para mantener la esperanza en un ascenso de categoría tan necesario para el proyecto con el que ha llegado al Avilés.
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