«El impacto de una estrella como Meryl Streep condiciona mucho y supone más trabajo»

-¿Qué hay detrás del aquí y ahora y lo que está por venir hasta el día 20?

-Hay un año de trabajo. La convocatoria de los Premios se lanzó el lunes siguiente a la ceremonia del año pasado, recibimos las candidaturas, convocamos los jurados, se documentaron las candidaturas, y a medida que se iban conociendo los fallos, el equipo de la Fundación iba estudiando con mucha profundidad y detenimiento la obra de cada uno de ellos para empezar a pensar en la programación cultural y educativa.

-Se advierte que es una programación muy pensada. Ejemplo, Tabacalera, es un puntazo inagurarlo. ¿Cómo se les ocurre dedicárselo a Murakami?

-Nosotros siempre pensamos en los contenidos. No perdemos el foco y está en mostrar la obra de nuestros premiados, sus hallazgos, sus talentos, a la ciudadanía. Eso nos guía, y hacerlo para todos los públicos y en diferentes registros, tanto para que los escolares puedan conocer la obra de uno de los premiados como para que colegas de investigación puedan hablar con ellos en términos ya mucho más técnicos. Lo hacemos con todos y exige mucha lectura, mucho mirar, ver, comparar, aprender... Cuando eso está conformado, se lo contamos a los premiados, porque queremos que participen y ellos ven el trabajo que hay detrás, la intensidad, la atención, no hacemos nada con lo que nuestros premiados no se sientan cómodos y contentos de ver cómo de esa forma transmitimos su valor a la ciudadanía. Tabacalera es un espacio precioso que está en obras, no está terminado, no es accesible, no está climatizado, pero pensamos que nos ofrecía todo para poder generar ese programa alrededor de Murakami, porque es un premiado que tiene millones de lectores y despierta muchísimo interés, para poner una visión completa sobre su influencia haciendo un homenaje también al espacio. Pensamos que podría ser una iniciativa innovadora y que cumpliera su función. El Ayuntamiento de Gijón nos lo ha cedido y nosotros hemos hecho todo el esfuerzo para que esté lo mejor posible.

-Son un sinfín de actividades, y hay una estrella por encima de todas las demás que todos sabemos quién es. ¿Hasta qué punto una figura como Meryl Streep lo condiciona todo?

-Condiciona mucho. Nosotros prestamos muchísima atención a los ocho premiados, pero vemos que el impacto que genera una estrella como ella es enorme y ha supuesto más trabajo, pero estamos contentos, queremos que la gente disfrute.

-¿Hasta qué punto les han abrasado a llamadas de teléfono?

-Hasta todo el punto, constantemente. Recibimos llamadas de medios, periodistas, la gente preguntando en redes sociales... Ha habido una pregunta muy graciosa: «¿Qué va a ser un 'streaming' de Meryl Streep desde su casa?» Y le hemos tenido que decir que no, que va a estar aquí en Asturias.

-Además va a participar en tres actividades.

-Ha sido muy generosa con su tiempo y disponibilidad.

-Y con Antonio Banderas.

-Sí, será un gran anfitrión para nuestra premiada. Yo creo que va a quedar muy bien.

-Esta ceremonia tiene significación por esta presencia y también por dos ausencias: Nuccio Ordine y Hélène Carrère, premiados de Humanidades y Ciencias Sociales, fallecidos.

-Ha habido fallecimientos antes de la ceremonia, el último el de Morricone, pero esta circunstancia es la primera vez que se da. Conviven en mí dos sentimientos: por un lado la pena porque no vayan a estar y no puedan recibir todo ese cariño y admiración de la gente, y una cierta satisfacción por haber llegado a tiempo y darles el premio. Hélène Carrère tenía una edad muy avanzada y tuvo la alegría de recibir el galardón. Nosotros trabajamos para difundir ese legado que dejan ella y Nuccio Ordine.

-Hay otro premiado muy mediático, que es Haruki Murakami.

-Ha generado el mismo entusiasmo.

-Es sorprendente, aunque no sea la primera vez que ocurra, que no vaya a pronunciar discurso en la ceremonia.

-Hemos tenido bastantes antecedentes de premiados de Letras que no han pronunciado discursos. Yo en este caso subrayo que, con lo poco dado que es a participar en actividades públicas, nuestro premiado de las Letras viene aquí, va a pasar días, va a tener encuentros con el público y eso a mí me alegra muchísimo, porque no es nada frecuente.

-Otra circunstancia para que la ceremonia sea especial es que estamos a las puertas de que la Princesa Leonor cumpla los 18 años. Eso significa un paso más adelante en su relación con la Fundación.

-Es un motivo de alegría para todos. Parece mentira, todos hemos oído esa frase de 'yo la he visto crecer', pues yo recuerdo su primera presencia aquí en Asturias con trece años en el Teatro Campoamor, va a cumplir 18 y es un síntoma de solidez institucional, de continuidad, de compromiso de la Princesa de Asturias con la Fundación y con los valores que nosotros aplaudimos y difundimos. Lo que esperamos es acompañarla igual que la Fundación hizo en su momento con su padre, don Felipe.

-¿Pero podemos empezar a pensar en una ceremonia presidida por ella y sin su padre?

-Cada cosa en su momento. Ahora estamos en los premios de este año.

-¿Cómo está afectando su formación militar a su relación con la Fundación?

-Es muy exigente la Academia General Militar, pero conociéndola estoy segura de que habrá sacado tiempo para poder prepararse, poder leer y poder entender bien a cada uno de nuestros premiados.

-El otro día decía Luis Pizarro: «Las estrellas son otros». ¿Las estrellas son todos?

-Absolutamente. Creo que hay que aprovechar esta oportunidad, y más hablando de la Iniciativa para las Enfermedades Desatendidas que Pizarro representa, para ponerle toda la intención y darle toda la visibilidad. Lo que hace es promover la investigación y distribución de medicamentos para personas que sufren extrema vulnerabilidad en países pobres. Espero que el premio contribuya a esto.

-Como los científicos.

-También son estrellas. Es importante que nos hagan comprender la importancia de las bacterias para la vida, cómo son capaces de detectar que están cerca unas de otras y comunicarse y la cantidad de posibilidades terapéuticas que esto ofrece para un reto tan enorme como es la resistencia a los antibióticos, que es uno de los grandes problemas de salud pública que estamos empezando a vivir.

-Un resumen de lo que son estos premiados.

-La estrella de cine, el novelista que crea mundos entre oriente y occidente, el humanista que anima al saber por el saber, la historiadora que nos ha explicado mucho de Rusia y de la Unión Soviética, dentro de nosotros viven otros muchos organismos vivos y tenemos que saberlo y actuar en consecuencia, dar de comer a dos millones y medio de niños mientras estudian y abren una ventana a su futuro y atender la salud de los más vulnerables en los países más vulnerables. Y Kipchoge, un hombre casi sin límites, que hace compatible esa otra maratón continua para favorecer a la naturaleza y la infancia.

-Estamos a muy pocos días de la ceremonia y con la Semana de los Premios ya en marcha. ¿Cómo son estos días?

-Como todos los años: muy intensos, muy largos, llenos de responsabilidad y llenos de alegría.

-¿Pero cuántos mensajes puede haber en su correo electrónico en un día como hoy?

-Muchísimos. Es un poquito agobiante pensar que se te escapa alguno... Correos, whatsapp, mensajes de voz.

-Supongo que es un gusto ver cómo vuelan las entradas para todas las actividades.

-Pues sí, según los actos, pero en algunos casos no duran tres minutos. Para el de Meryl Streep vamos a poner más de dos mil entradas en la web y con un dispositivo de veinte personas para atender incidencias. Nos encanta el interés, porque para eso trabajamos y sentimos mucho que haya gente que se quede fuera.