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JESSICA M. PUGA
GIJÓN.
Sábado, 17 de octubre 2020, 02:40
Elegancia, detalles y tacones fueron las notas comunes de las tres generaciones 'reales' que coincidieron en Oviedo el día de entrega de los Premios Princesa 2020.
Doña Letizia evitó los focos al no estrenar ninguno de los dos 'looks' que vistió durante la ... jornada: por la mañana, en las audiencias con los premiados, lució por cuarta vez un vestido que estrenó hace año y medio para inaugurar la muestra de Sorolla en Londres en compañía del heredero al trono británico. Se trata de un vestido azul floreado de la casa Carolina Herrera con silueta corola, es decir, ceñido en la parte superior y que se va ensanchando a medida que cae hasta conseguir una falda en línea 'A', muy del gusto de la Reina. Para la tarde, escogió un vestido azul oscuro de Delpozo que estrenó hace tres años. Fue entonces una sensación, llamando especialmente la atención un adorno en forma de maxi flor en el hombro, además de su escote barco y su manga francesa. Lo más llamativo en el 'look' de la Reina fue su peinado, una aparentemente sencilla coleta, y que no se olvidó en Madrid el anillo dorado de Karen Hallam que no se quita porque se lo regalaron sus hijas.
Una elegancia muy diferente a la de su anterior visita demostraron la heredera y la Infanta Sofía. La Princesa apostó por el pelo suelto igual que en 2019, si bien esta vez la melena le caía lisa y no en ondas como en su debut, y era mucho más larga. Escogió para la tarde un cuerpo a la caja de media manga, color champán y totalmente cubierto de bordados dorados brillantes combinado con una falda lisa y recta del mismo tono, corte a la altura de la rodilla y con un fino ribete del mismo bordado en la parte inferior. Lo combinó con zapatos nude con un ligerísimo y fino tacón de unos cuatro centímetros, calzado que recuerda al que popularizó Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'. De hecho, por la mañana ya había lucido unos zapatos de estilo 'kitten heels' de ante negro que recordaban aún más a la mítica película de los años 60 y fueron la guinda del pastel combinados con un vestido de gasa estampado de manchitas que parecen lunares, largo midi y volantes en las manga y la falda. Llamó especialmente la atención que se abotonara en la zona del pecho y que tuviera corte mao.
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La infanta Sofía marcó diferencias con su hermana en cuanto a estilismos se refiere. Escogió una falda de color verde con fajín y un cuerpo de tul estampado con pequeñísimas flores que parecían lunares, también en tono también verde, pero mucho más claro para jugar con su contraste. En los pies, bailarinas de color verde y un lazo en el empeine. Su pelo, a diferencia del de su hermana, iba recogido en una trenza lateral. Nada que ver con su 'look' matinal, un vestido camisero de color rojo, con botones y un cinturón atado suavemente en la cintura.
La Reina emérita no falló a su cita anual en Oviedo, ocasión que aprovechó para lucir dos joyas infalibles en sus visitas a la capital, ambas firmadas por la tienda ovetense Quirós Arte Joya. Por la mañana, a su llegada, lució un broche en oro con la medalla de la Virgen de Covadonga que va rodeada de perlas y zafiros y de la que cuelgan dos perlas barrocas. Para el acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2020, Doña Sofía escogió un collar de perlas kashumiga del que cuelga también la medalla de la Virgen de Covadonga. Ambas imágenes son una reproducción hecha por Quirós de una antigua imagen que perteneció a la baronesa de Grado Macarena Chávarri. En la tienda la tienen en plata, oro y plata bañada en oro, si bien las dos piezas que tiene la Reina emérita son de oro y nunca faltan en su visita a Asturias.
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