Aurora Luque

«Con la literatura se comprende mejor el mundo y el mundo necesita comprensión»

Poeta, traductora y profesora, Premio Nacional de Poesía en 2022, Aurora Luque se estrenaba esta mañana como jurado del Premio Princesa de Asturias de las Letras, que mañana se falla en Oviedo. El Hotel Barceló es escenario de las deliberaciones.

—¿Dónde están las mujeres en la literatura?

—Estamos en el mundo de la literatura y estamos protagonizando la única revolución en marcha que hay en el planeta, la única utopía practicable, que es la de conseguir por fin que nos consideren seres humanos, que es una empresa maravillosa y eso se refleja en la literatura, en la poesía, en el ensayo, en la novela, y en todos los países. Estamos en un momento privilegiado para haber nacido y vivirlo.

—Somos las que más leemos. ¿Eso nos coloca en una buena posición de futuro?

—Sí, porque con la literatura se comprende mejor el mundo y el mundo necesita comprensión. Para actuar en él, para mejorarlo, para vivirlo, necesita una comprensión que la literatura nos presta desde ángulos insospechadamente profundos.

—Las mujeres de hoy estamos en una situación privilegiada, ¿pero cuántas mujeres nos quedan por rescatar del pasado?

—En una situación de privilegio en el sentido de posibilidades, no en el de que lo estemos realmente. Geografías recientes y cabezas de poder muestran que no lo estamos en todos los lugares. En cuanto a la recuperación de las mujeres del pasado que no fueron olvidadas, que a mí la palabra olvido no me gusta, sino invisibilizadas a propósito, porque se impidió con toda la conciencia que pasaran al canon y a los libros de texto y al mundo académico, ahí no estamos ni al 5%. Se ve ya en la Generación del 27 la cantidad de autoras valiosísimas que se están rescatando en los últimos años... Pero es que en todas las épocas ocurre igual. Hay todavía una cantidad de artistas mujeres en la sombra, mal editadas, todavía subordinadas, que no cayeron bajo la etiqueta de algún movimiento... Ahí todavía la tarea de rescate sigue siendo muy laboriosa y queda pendiente el 95%.

—O sea, que hay trabajo para muchos años.

—Hay trabajo para muchos años y muchas generaciones de estudiosos, de investigadores e investigadoras y me parece apasionante estar en ese punto de partida. Me gustaría ser muy joven para poder empezar a hacerlo. No veré esa tarea hecha, pero me parece apasionante estar en ese camino.

—Si la literatura nos hace comprender el mundo, ¿qué plus de comprensión nos da la poesía?

—La poesía actúa de una forma misteriosa, porque incluso cuando algunos poetas parecen extravagantes o raros, con el paso del tiempo la sociedad se daba cuenta de que estaban contando nuestro futuro, estaban interpretando de una manera misteriosamente exacta, así la revela el tiempo. Se genera esa comprensión que adelantaron los poetas y los artistas de vanguardia. La poesía como juega con la palabra de una manera arriesgada y creativa, siempre escapa de lo convencional, lo rutinario y abre puertas.

—¿Cómo se lleva usted con estos nuevos fenómenos poéticos de internet?

—Hay gente buena que sí podemos llamar poetas, pero hay mucho fenómeno de merchandising, comercial, de influencer, que cuelgan el poema que han escrito esa mañana como quien vende una camiseta. Le importan los likes y el dinero que se consigue. Esa poesía masiva no me interesa, porque para gustar tanto y tan de golpe a tus contemporáneos tienes que vender muy barato y apelar a sentimientos muy básicos y muy confortables y decirle al público lo que quiere oír. La verdadera poesía tiene que molestar, incomodar, parecer rara. Si no hay un punto de rareza, de locura, sin eso, lo tiene difícil.

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