«El Bellas Artes será el museo con fondos más importantes del Prado»

–¿Ha cambiado la pandemia la manera de entender algo tan presencial como son los museos?

–Soy escéptico respecto a los cambios drásticos que ha podido traer la pandemia. Creo que en el mundo de los museos ha acelerado procesos que ya estaban, como que tenga cada vez más importancia el mundo virtual o que las 'blockbuster exhibitions' sean impagables. Pero luego los miedos que teníamos de cambios de hábitos, que la gente se iba hacer más circunspecta y se iba a a quedar en casa y no iba a viajar, pues el tiempo ha demostrado que no, que cuando las circunstancias sanitaras lo permiten se vuelven a llenar. Lo importante es que los museos en España, que es donde menos han estado cerrados de todo el mundo, han reivindicado un papel y una función social muy importante. Lo hicieron durante los tres primeros meses y después demostrando que eran lugares seguros y necesarios que participaban de todos los avatares de la sociedad. Incorporar los museos a la vida cotidiana ha sido muy importante. Yo puedo hablar por el Prado, donde hemos experimentado un rejuvenecimiento importante del público. En estos momentos y, por primera vez en sus 203 años de historia, el 52% del público tiene menos de 34 años, esto para un museo de arte antiguo es algo absolutamente excepcional. Es verdad que la gente mayor es la que más se queda en casa porque es la más vulnerable, sin duda, pero también es consecuencia de cómo al volcarnos en lo virtual hemos llegado a un público más joven, más familiarizado con esos medios de comunicación. Y el resultado ha sido maravilloso. Cada vez es mayor también la presencia de mujeres. El perfil ahora del visitante sería una mujer de menos de 34 años.

–Pero luego en las colecciones y las exposiciones no hay tantas mujeres.

–Hay que seguir trabajando, pero hay que ser consciente de lo que hay. Cuando hablamos de siglos pasados, el número de artistas es relativamente reducido. Este año y el que viene nosotros hemos puesto el acento en las mujeres que fueron promotoras y coleccionistas, donde el museo es una súper potencia, pocos hay en el mundo donde las mujeres hayan sido tan fundamentales en la configuración de sus colecciones. Hay muchas formas de ser mujer y estar en el mundo del arte. Son formas muy ricas que no son excluyentes y hay que seguir trabajando.

–Han hecho cambios en la política de depósitos.

–Desde el siglo XIX el Prado tiene obras por toda España y se ha hecho muy mal. Y se hizo mal porque nunca se pensó en hacerlo para contentar a la gente. Hemos tomado el toro por los cuernos y hemos repensado el modo en el que el Prado quiere estar presente en todo el país. Para empezar, la misma forma que nos referíamos a los depósitos, el Prado disperso, ya tiene una connotaciones negativa. Ahora es el Prado extendido y lo que estamos intentando es dar a aquellos museos y aquellas ciudades el tipo de obras que realmente quieren, no las que les mandaron impuestas desde Madrid hace mucho tiempo. En ese sentido es una completa revolución y hay una serie de museos, ciudades e instituciones que están jugando un papel pionero y entre ellos probablemente el más importante sea el Museo de Bellas Artes de Oviedo, que ya contaba con un importante depósito que ahora se ha incrementado de forma significativa y se va a seguir incrementando en el futuro. Yo creo que será el museo de España con fondos más importante del Prado.

–¿Cuándo veremos por fin el Prado terminado con la obra de Foster?

–Si no hay un cataclismo a mediados de julio empezaremos la obra. Está previsto que sean 36 meses, pero un edificio histórico sabes cuándo empiezas y no cuando acabas. Se han intentado minimizar los riesgos y si todo fuera así, pues en tres años más medio año estaría. Estamos con ganas ya, han pasado siete años desde que se falló el concurso.