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José María Camarero / Melchor Sáiz-Pardo
Jueves, 25 de octubre 2018, 15:34
No ha esperado a que venza el plazo dictado por la Audiencia Nacional para entrar a prisión. Rodrigo Rato, el que fuera todopoderoso vicepresidente del Gobierno con José María Aznar ya se encuentra en la prisión madrileña de Soto del Real para cumplir con su condena a cuatro años y medio de cárcel por las tarjetas «black» de Caja Madrid.
La entrada no ha sido ocultada a los medios, ni ha accedido con nocturnidad, ni con la cara tapada. Lo ha hecho ante la prensa, visiblemente tranquilo. Parecía que Rato tenía asumido desde hace varios días cuál era su destino, al menos durante los próximos meses. Tan es así que minutos antes del ingreso, el que fuera responsable económico del Ejecutivo entre 1996 y 2004 ha pedido perdón públicamente.
«Pido perdón a la sociedad y las personas que se hayan podido sentir decepcionadas o afectadas», ha asegurado respecto a su gestión al frente de Caja Madrid y, más tarde, de Bankia, y ha explicado que acepta sus obligaciones con la sociedad, en alusión a la pena confirmada hace tres semanas por el Tribunal Supremo.
El ingreso de Rato se produce después de que la Audiencia Nacional desatendiera su escrito de suspensión al considerar que el Tribunal Constitucional es el órgano competente para decidir si lo excarcela o mantiene en prisión hasta que resuelva el amparo que presentará antes de finales de noviembre. Rato ha apurado hasta el último día para personarse voluntariamente en el centro penitenciario de la sierra norte de Madrid.
El exministro ha elegido esta prisión para cumplir la pena por apropiación indebida en el uso de las tarjetas «black» y para favorecer sus futuros desplazamientos a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), donde el 26 de noviembre comienza el juicio por la salida a Bolsa de Bankia.
Se da la circunstancia de que por ese centro penitenciario también han pasado otras figuras de la economía y las finanzas españolas, como Mario Conde, expresidente de Banesto; el fallecido expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa; o quien fuera presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Ahora se encuentran en Soto del Real otrs nombres como el extesorero del PP, Luis Bárcenas; el exconsejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo; o el exalcalde de Majadahonda (Madrid), Guillermo Ortega. Además, el miércoles pasado ingresó el exsecretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez-Ponga, condenado también por las 'black'. Por su parte, el ex dirigente de CCOO, Antonio Rey de Viñas, ingresó en el centro Victoria Kent.
Como cualquier otro preso, Rodrigo Rato ha accedido directamente al módulo de ingresos de la cárcel. Ahí se quedará esta noche hasta este viernes por la mañana, cuando le realizarán las entrevistas rutinarias por parte de psicólogos y funcionarios de prisiones, para derivarle a alguno de los módulos del centro.
Fuentes internas de la prisión explican a este diario que Rodrigo Rato se está comportando «extremadamente cordial» e incluso indican que «aparece bastante animado». Al parecer, se ha interesado mucho por el folleto que les entregan con las instrucciones de cómo funciona el centro penitenciario. Ese documento, de 36 páginas, que el Ministerio del Interior denomina de nuevos internos se les ofrece a los presos que no tienen experiencia en el tema. Esto es, a los que técnicamente se les denomina 'primarios'.
Construido en 1995, el centro penitenciario de Soto del Real es el mayor de la Comunidad de Madrid, ya que cuenta con 1.008 celdas y 174 complementarias; en él están ingresados algunos conocidos de Rato como el extesorero del PP Luis Bárcenas o el ex secretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga, condenado a tres años y dos meses también por las «tarjetas black».
El exministro ha elegido esta prisión para cumplir la pena por apropiación indebida en el uso de las tarjetas «black» y para favorecer sus futuros desplazamientos a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), donde el 26 de noviembre comienza el juicio por la salida a Bolsa de Bankia.
Construido en 1995, el centro penitenciario de Soto del Real es el mayor de la Comunidad de Madrid, ya que cuenta con 1.008 celdas y 174 complementarias; en él están ingresados algunos conocidos de Rato como el extesorero del PP Luis Bárcenas o el ex secretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga, condenado a tres años y dos meses también por las «tarjetas black».
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