Sánchez entrega a su jefe de Gabinete la cartera de Transformación Digital

Político experimentado y con una solvente hoja de servicios en las filas socialistas, el nombramiento de López supone un reemplazo fundamentalmente político frente al perfil técnico de su predecesor. Una elección con la que Pedro Sánchez busca reforzar el Consejo de Ministros en una legislatura marcada por la inestabilidad parlamentaria aunque esta sea a costa de remodelar su equipo directo.

Óscar López (Madrid, 1973) es licenciado en Ciencias Políticas y lleva casi tres décadas afiliado al PSOE. Ha sido diputado en el Congreso, (2004-2011), en las Cortes de Castilla y León (2011-2014), ocupó el cargo de portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado de 2015 hasta 2016 y mantuvo su escaño en la Cámara alta hasta 2018.

A nivel orgánico, fue secretario general en Castilla y León (2008-2012) y secretario de Organización federal durante la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba (2012-2014), quien también contó con él para coordinar la conferencia política del partido en 2011, tras la caída de José Luis Rodríguez Zapatero.

Pero su trayectoria política está ligada a Sánchez. Amigos de juventud, ambos crecieron bajo el ala de José Blanco. Entonces era a López a quien se le auguraba un futuro político más prometedor. Con Antonio Hernando, portavoz en el Congreso en la primera etapa del jefe del Ejecutivo como líder del partido, formaban un trío que saltó por los aires cuando el secretario general del PSOE fue defenestrado en el traumático comité federal del 1 de octubre de 2016. Ninguno de los dos le apoyó en su intento de recuperar el poder. López impulsó la candidatura de Patxi López y Hernando se convirtió en el portavoz que defendió la abstención en la investidura de Mariano Rajoy.

Pese a la ruptura, la reconciliación llegó en 2018, cuando Sánchez hizo a López presidente de Paradores. Tres años después, en 2021, restauró su confianza nombrándole su mano derecha como jefe de Gabinete tras la salida de Iván Redondo en la profunda remodelación del Ejecutivo en 2021 cuando también fueron relevados de sus cargos José Luis Ábalos y Carmen Calvo.

«Conozco a López desde hace mucho tiempo, sé de su capacidad política, su compromiso con el país. En el Gobierno ha jugado un papel clave», justificó sobre su elección el jefe del Ejecutivo en la declaración institucional desde Moncloa en la que informó de su nombramiento, señalándolo como «un gran impulsor de la revolución tecnológica y audiovisual», pese a que en su currículum no consta ninguna experiencia en el sector más allá de la fundación y dirección de una «pequeña empresa de diseño web» llamada Ideorama.

Como parlamentario sí estuvo al frente de asuntos audiovisuales y fue ponente de la Ley General Audiovisual, la de la corporación de RTVE y la ley de la transición a la TDT.

La vacante de López como jefe de Gabinete quedará cubierta por Diego Rubio reemplaza a López, persona de máxima confianza de Sánchez y que hasta ahora había ejercido como responsable de asuntos europeos.

La salida de Escrivá abre una nueva minicrisis en el actual Gobierno de coalición tras la marcha el pasado diciembre de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones y a cuatro meses de que lo haga Ribera para ocupar su puesto de comisaria en Bruselas. Sánchez solo conservará a partir de entonces a cuatro de sus ministros desde que llegó a la Moncloa en junio de 2018. Los supervivientes son María Jesús Montero, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y Luis Planas.

Por el momento no se prevén más cambios en el Gobierno aunque la dirección nacional del PSOE ya asume que habrá una remodelación más amplia del Ejecutivo además de los cambios que se derivarán del Congreso Federal que se celebrará en Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre.