Llamazares tacha a Garzón de «Torquemada» y dice que sus acusaciones son «un honor»

Llamazares no asiste a los órganos federales pero sí acude «a menudo» a Madrid para «atacar» a la organización y «montar un partido con el que competir» contra IU, argumenta Garzón en referencia a la plataforma Actúa que impulsa, entre otros, el portavoz en el Parlamento asturiano. Una iniciativa que desde Madrid se observa como un ataque frontal al proyecto de Izquierda Unida y que ha calentado sobremanera los ánimos y extremado las diferencias ya existentes entre ambos dirigentes y entre la dirección federal e IU de Asturias. Como trasfondo político, la apuesta de la primera por la confluencia con Podemos y la decisión de la segunda de acudir en solitario a las elecciones.

El clima es, pues, prebélico. «Hace mucho que Llamazares está fuera de IU», dice Garzón, que considera que el diputado en la Junta «dimite en diferido» de unos cargos en los órganos federales «a los que no acudía». A su juicio, y aludiendo a unas grabaciones privadas recientemente publicadas, la estrategia del político asturiano pasa por llevarse afiliados de Izquierda Unida a Actúa, a su «proyecto personal». Quiere, según su interpretación, «romper IU para seguir él».

Para Garzón, no es esta la primera vez que Llamazares procede del mismo modo. Se remonta a 2012, a unas elecciones en el País Vasco, para señalar que ya entonces respaldó una opción política diferente a la de IU. «Quiso sorber y soplar al mismo tiempo», anota. Y remacha: «Esto va de antiguo, lo que cambian son las excusas».

El tono del enfrentamiento no tiene visos de atenuarse y anticipa tiempos duros en la relación entre IU federal e Izquierda Unida de Asturias. Con esta última ha reafirmado Llamazares su lealtad al proyecto, las ideas y la militancia, tal y como detalló en la carta remitida a Garzón y al conjunto de la militancia y publicada el lunes. Todo apunta que la tensión irá en aumento a medida que se aproximen las primarias en la federación asturiana, con Llamazares como aspirante a repetir como cabeza de cartel.

El portavoz tardó poco en salir al paso de los reproches de Garzón. «Me acusa Torquemada de no ir a escuchar sus monólogos, de tener opinión propia, de organizarme para mantener la izquierda y de haber sido elegido como cargo público de IU; un honor», afirma. Y va más allá: «Habla de mi dimisión en diferido como en su momento Cospedal. Confusos, sin rigor y sin gracia».

El tira y afloja ya provoca malestar en algunos ámbitos. El ex coordinador Manuel González Orviz lo expresó a través de su perfil en una red social, en la que escribió que «Llamazares, Garzón y los acólitos de ambos están cómodos en este duelo de florete, importándoles un pepino el futuro de la izquierda en Asturias y en España, el de IU y el de IU de Asturias y el de las personas a las que tenían que representar».