Poesía y compromiso se dan cita en Gijón y Avilés

En Gijón estarán este viernes, a las 19.30 horas, en la librería La Revoltosa. El segundo recital, organizado por Avilés Poetry Slam tendrá lugar el día 8 en el bar Thundersgreen. Allí se leerán composiciones de tres libros fundamentales: 'Hogares' de Escandar Algeet, 'La Senda del Cimarrón' de Ana Pérez Cañamares y 'Aisha' de David Trashumante. En ambos casos la entrada será libre hasta completar aforo y, después, en Avilés, aquellos asistentes que deseen recitar sus propios poemas, participando de la llamada 'jam' de poesía, podrán hacerlo reservando plaza previamente en la web del Poetry Slam.

Detrás de Avilés Poetry Slam, grupo organizador del recital de este domingo, se encuentra Daniel Arévalo García que desde hace cuatro años coordina varios proyectos para acercar la poesía a la gente y dinamizar la actividad cultural del municipio. La Poetry Slam avilesina suma ya más de 20 ediciones. El formato se parece al de un combate de boxeo solo que aquí los participantes -entre 8 y 12- se baten a versos frente a un público que hace de jurado. Respecto a la naturaleza de estas competiciones poéticas Arévalo es claro «a la Poetry Slam hay que ir a perder». Pese a funcionar con puntos no hay cabida para el ego, se trata, más bien, de un entorno seguro donde compartir y abrirse en canal. «En las Slams no solo prima la calidad textual, sino también la capacidad de interpretar y sentir el texto para que el público pueda hacerlo suyo», explica el avilesino. Además, asegura que su sitio se encuentra entre bambalinas porque «se generan vínculos muy bonitos entre creadores, organizadores y lectores».

La Poetry Slam avilesina, que cada año cuenta con más adeptos, está también muy presente en las distintas redes sociales. «En la era digital la poesía ha ganado mucha más visibilidad. Otra cosa es la mayor o menor calidad técnica, pero, para mí, como gestor cultural, las redes sociales han resultado ser una buena herramienta de marketing», celebra el avilesino.

En la edición 25 del Slam, prevista para el mes de septiembre, la organización tiene pensado cambiar la localización y deleitar al público en un entorno diferente al que acostumbra con el objetivo único de bajar la poesía de pedestales de marfil y llevarla a los barrios. También ahora, en tiempos acelerados y de sobreestimulación, las palabras pueden servir como paréntesis de sentido y de encuentro con los demás.