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juan carlos abad
Oviedo
Miércoles, 30 de mayo 2018, 13:33
El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, ha confirmado este miércoles que la inspección educativa del Principado ha abierto un procedimiento de información reservada tras las denuncias sobre presunto acoso planteadas por alumnos del Conservatorio Superior de Música de Oviedo 'Eduardo Martínez Torner'. Martínez ... ha indicado que dicho proceso de información reservada se llevará a cabo «con sumo cuidado y rigor» ante la gravedad de las denuncias. El procedimiento, como anunció ayer la Consejería de Educación, que se remite a las palabras de Martínez, podrá derivar en el archivo o en la apertura de un expediente disciplinario a los profesores implicados.
Todo saltó a la luz cuando los miembros de la asociación de estudiantes lanzaron acusaciones veladas acerca de que en el centro se estaban dando casos de «abuso psicológico». A más, afirmaron que en el Conservatorio se tocaba a los alumnos e incluso que se besaba. Extremo confirmado a este medio por una de las alumnas víctimas de este comportamiento.
Fuentes cercanas a la estudiante se sienten desamparadas por la dirección del Conservatorio y utilizadas por la asamblea de estudiantes. Mientras la alumna, de 21 años, estudia tomar medidas legales, estos «la utilizaron para que su protesta acerca de las condiciones académicas se escuchara», han indicado esta mañana a El COMERCIO. «Nunca pidió que hablaran de ella», afirman, mientras temen represalias académicas.
Asimismo, han explicado que la estudiante solicitó cambiar de profesor en enero pasado. Algo a lo que el Conservatorio accedió. Sin embargo, desestimaron iniciar una inspección interna acerca de los episodios de acoso que podría estar sufriendo la alumna. La conminaron a que «denunciara a la Policía». «Nos dijeron que no era asunto suyo».
Pero la dirección del centro sabía que se estaba dando. Según ha podido saber El COMERCIO, existe al menos otra queja registrada en el Conservatorio de otra estudiante con problemas similares aunque «puntuales» con su profesor de instrumento.
En 2008, en el Conservatorio de Gijón, se instalaron puertas de cristal en las que se puede ver lo que ocurre en las clases en las que alumnos y profesor están solos. Tuvo que haber condenas penales por acoso sexual para que la consejería instalara esas medidas.
El entorno de la alumna, consternado, afirma que «le están destrozando la carrera» y que nunca «quisieron que ella se pusiera al frente de todo». Culpan a la dirección y a la Consejería por dejar enquistarse una situación de esta índole durante hace más de 30 años.
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