Nace la Zona del Principado de la Guardia Civil tras la fusión de las comandancias en Oviedo

Por partes. En abril, el Tribunal Supremo tumbó la unificación de las comandancias en Oviedo al encontrarse esta «insuficientemente motivada» y por no haber realizado previamente el debido trámite preceptivo de consultas al Consejo del instituto armado. Un paso que terminó realizando el ministerio a finales del pasado junio ante el Pleno del organismo, que estuvo presidido por el ministro del ramo, Fernando Grande-Marlaska, para seguir adelante con la tramitación de la unificación, tal y como ya había adelantado EL COMERCIO que estaba previsto. Fue posible gracias al voto de calidad de la directora general; no obstante, contó con la oposición casi al unísono de la mayoría de asociaciones de guardias civiles.

El acuerdo aprobado ayer, recalcaron desde el Ejecutivo a través de una nota de prensa, «subsana tales defectos, pues se ha cumplido con el trámite de informe del Consejo de la Guardia Civil». Para motivar la unificación, en ese sentido, el argumentario no ha cambiado demasiado. El expediente incluye una extensa memoria justificativa sobre los cambios económicos y demográficos acaecidos en el territorio asturiano, en especial la «constante concentración de población en núcleos urbanos, que avalan la reestructuración operativa», enfatizaron.

La unificación de las comandancias de Oviedo y Gijón en la nueva Zona del Principado de Asturias supondrá, continuaron desde el Gobierno de Pedro Sánchez, «una mejora de la operatividad de la Guardia Civil en el Principado porque evita duplicidades en algunas unidades, lo que redundará en un mejor servicio a la ciudadanía». Otro argumento que se repite.

2.045 agentes en Asturias

También este. El número de efectivos de la Guardia Civil en Asturias, abundaron, «no se va a ver afectado en el futuro». A ese respecto, en Asturias prestan servicio actualmente 2.045 agentes, 57 menos que hace una década. Ahora, una vez aprobado el acuerdo por el Consejo de Ministros, se pone en marcha un proceso de reorganización de unidades que se materializará mediante adaptaciones orgánicas a los nuevos puestos de trabajo resultantes, que se llevarán a cabo «poco a poco, a medio plazo, de manera que no afecte al personal o solo de manera residual», garantizaron. Eso sí, lo que no incluyeron fueron los plazos concretos de la unificación.

Además de todo lo anterior, la decisión busca adecuar el caso asturiano «a la realidad autonómica del Estado». Es decir, coincidiendo la demarcación de cada zona con el territorio de una sola comunidad autónoma y la demarcación de cada comandancia con el de una provincia. Un paradigma que, hasta ahora, solo tenía las excepciones del Principado y Cádiz -para el que mantienen las comandancias de la capital de la provincia y de Algeciras-.

Esto, en el caso asturiano, ya no será así.