Los hosteleros urgen la llegada de la nueva ordenanza para ampliar sus terrazas y el horario

El presidente de la patronal hostelera, José Luis Álvarez Almeida, ahonda en la necesidad de poner en marchar la normativa pero también en la necesidad «de seguir trabajando en ella». Para Otea, indicó, es importante que se trate de «una ordenanza viva que cambie con las necesidades» del sector y de sus clientes.

«El coronavirus demostró que las terrazas eran un valor indispensable para la clientela, que es quien demanda espacios para consumir en el exterior; no el hostelero», sostiene Almeida. Así, advierte de que tras su implantación «habrá que seguir trabajando en ella», sobre todo en una serie de medidas. «Es importante modificar la ordenanza para ampliar las mesas y sillas de los locales hosteleros, respetando el descanso y paso de vecinos», garantiza el presidente de Otea.

Añade, eso sí, algún pero, sobre todo en lo que respecta a El Antiguo: «Proponemos que en lugar de paraguas de un solo pie, sea a dos aguas porque ganamos en confortabilidad y, cuando llueve, no se convierte en un problema», una petición realizada en un primer momento por el Ayuntamiento de Oviedo en la normativa, pero que fue denegada por al área regional de Patrimonio al ser una zona con protección. Para Almeida, negar esta modificación significa «mermar la capacidad turística de una región que cada día recibe más visitas, más aún en el casco histórico de la ciudad». Por tanto, apunta, esta falta de autorización es «negativa para toda Asturias, no solo para Oviedo».

A la espera de avanzar tras esa aprobación inicial del proyecto y la memoria, encargada por el equipo de gobierno al despacho Ontier, los hosteleros piden que «llegue cuanto antes» para «llevar más vida a las zonas con hostelería». Además, la patronal hostelera aprovecha para pedir «unidad» entre la Viceconsejería de Turismo y el sector, que «deberíamos caminar en la misma dirección».

La nueva ordenanza recoge en sus páginas la posibilidad de instalar «de forma excepcional y previo informe favorable del servicio competente» una terraza en espacios pavimentados de parques y jardines, así como en «otros espacios libres de uso público» siempre que no exista otra alternativa, siendo el hostelero el responsable del abono de los gastos, entre otras obligaciones.

También amplía hasta el 75% la superficie que puedan ocupar las terrazas en las plazas. Eso sí, en el supuesto de que en mitad de la instalación haya una estatua, se obligará a alejar el mobiliario «al menos un metro»; también, cuando no exista otra opción se podrán ubicar las mesas y sillas en medio de una zona azul. Aunque esta modalidad ya se permitió durante la pandemia, ahora las exigencias crecen, siendo el dueño del establecimiento hostelero el encargado de abonar la correspondiente tasa de ocupación de la vía junto a los «ingresos medios de recaudación estimados de las plazas a ocupar». Algo que también pasará con la eliminación de las zonas de carga y descarga, porque «será el hostelero quien abone los costes derivados de la reubicación de las plazas ocupadas» al igual que la nueva «señalización y los elementos de seguridad» que sean necesarios instalar.

En números, las terrazas no podrán nunca superar «el resultado de multiplicar por 2,4 el aforo del local conforme a su licencia». Y el horario, a las once y media de la noche de lunes a miércoles, a las doce los jueves y domingo, y a la una de la madrugada el resto de jornadas. Eso, en invierno. En los meses de calor, se recogerán a las doce y media de la noche los lunes, martes y miércoles, a la una los jueves y domingo, y a las dos de la madrugada los viernes, sábados y vísperas de festivos.