«La Gruta necesita una reforma de 1,5 millones para adaptarse al estándar de mercado actual»

En ese sentido, «comprar La Gruta por 6 millones de euros no es viable en términos de rentabilidad», aseguró Alonso Hevia. La cifra, fruto de la suma del dinero que estaban dispuestos a pagar los Gómez más las actuaciones «que hacen falta», según el expropietario, pudo haber echado por tierra las expectativas de negocio de la empresa ovetense de alquiler de maquinaria industrial dirigida por Antonio Luis Gómez.

No obstante, la ciudad no es la misma ahora que hace casi cuarenta años, la edad dorada del establecimiento, y las opciones se limitan. Ahora, «la Gruta es el hotel más deslocalizado de Oviedo» desde la marcha del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de El Cristo a La Cadellada, señaló el empresario. Aun así, «con nosotros funcionaba porque nos conocíamos todas sus 'trampas' y recovecos; dónde calcar, por ejemplo, cuando se iba la luz», bromeó.

De hecho, durante los últimos años de gerencia de Alonso Hevia y su equipo, el hotel mantenía una rentabilidad cercana al medio millón de euros anual, unas estadísticas que, por otro lado, no impidieron que la sociedad pidiese la liquidación voluntaria de actividad al no poder hacer frente a una deuda de 12,4 millones de euros repartida entre un total de trece acreedores diferentes. El mayoritario, el Santander.

Aun con todo, desde la sociedad encargada del concurso de acreedores, Alonso-Vega, Silvan y Tejerina Administradores Concursales SLP, ya anunciaron que permanecen «dispuestos a vender el complejo a quien lo quiera comprar».