Borrar
El portal donde ocurrieron los hechos, el número 8 de la plaza de Primo de Rivera, parte del edificio Salesas. En el círculo, la víctima, Susana Criado. MARIO ROJAS
«Venid a por mí, por favor»

«Venid a por mí, por favor»

Fallece una mujer tras ser agredida por su pareja en el portal de su casa en Salesas | La víctima, de 61 años, envió mensajes de auxilio a sus allegados durante la tarde sin fortuna. El atacante fue detenido por la Policía Nacional

JUAN CARLOS ABAD

OVIEDO.

Lunes, 14 de septiembre 2020, 00:45

La tarde del sábado venía complicada. Susana contactó con una amiga de toda la vida. «Por favor, me ha echado de casa, estoy enferma», le escribió pidiendo socorro y solicitando una llamada de auxilio para que otra amiga la fuera a recoger. Cuando esta llegó apenas atinó a ver el forcejeo desde su coche y cómo M., su pareja desde hace años, la introducía en el portal número 8 de la plaza Primo de Rivera -del edificio de Salesas- donde todo iba a acabarse.

Murió pasadas las once de la noche en las urgencias del HUCA. Susana Criado Antón, de 61, años, falleció de una insuficiencia cardiaca inducida por el golpe, bien en la rostro o en el pecho, según dos versiones contradictorias recogidas por este diario, a manos de su pareja que, a día de ayer, aguardaba detenido en las dependencias de la Jefatura Superior de la Policía Nacional. La golpiza acabó por desencadenar el fallecimiento. Susana padecía de asma y de un soplo en el corazón y eran habituales sus visitas al HUCA para tratarse.

Por la tarde, según explican dos amigas con las que contactó -una de ellas testigo de lo ocurrido y quien acompañó a la herida hasta Urgencias donde fue la primera en enterarse del fallecimiento-, Susana intuyó que todo iba a complicarse. Dijo estar en la calle, «me ha echado, venid a por mí por favor», refirieron por teléfono que les explicó la víctima. Al rato acudieron en su búsqueda. No eran las diez de la noche junto al conocido portal de Salesas cuando el presunto homicida se presentó también a por ella, la arrastró adentro y la golpeó, dejándola malherida de muerte. Insultó a sus amigas: «Maricona de mierda» y la metió para adentro.

«Yo no vi el golpe, la pegó justo en el portal, pero sé que quedó registrado en las cámaras de seguridad y que el guarda del edificio dijo que iba a llamar a la Policía con la que estaba armando», relató la testigo.

Con la víctima en el suelo palideciendo y su agresor visiblemente agitado, acudieron pronto los sanitarios y los uniformados. «Tenía mal aspecto, no respiraba y poco a poco se fue apagando hasta que se desvaneció», relató su amiga, que la acompañó hasta el HUCA para recibir la noticia fatal. «El médico salió con muy mala cara y me dijo que no pudieron hacer nada por ella».

En Salesas los agentes solicitaron las grabaciones y detuvieron al agresor. Mientras, la vida de Susana se apagaba una hora después. Una vida complicada de salud en los últimos años. Los testigos no aciertan a concretar el motivo de la disputa ni la relación que guardaba la pareja. Sí que está más claro el día a día. «Ella solía pedir en la iglesia de Salesas, pero creemos que la obligaba porque se ponía hasta las diez de la noche y nunca había hecho eso», relataron todavía horrorizados por el trágico final de una antigua militante transexual reconocida como mujer desde hace décadas.

Una mujer «muy conocida en Asturias y que decidió cambiar su residencia de Gijón a Oviedo hace unos años», explican las allegadas recordando tiempos mejores en clubes y fiestas de cumpleaños.

«Tenía reconocida una discapacidad y no llevaba una vida excesos», apunta otra amiga de Susana. «Es posible que la obligara a mendigar», coincide. Uno de los últimos mensajes que Susana envió a sus amigas trataba acerca de los motivos de su salida de la vivienda, del pavor al «animal» de su pareja y afirmaba que, en unos días, en un futuro y más tranquila les explicaría por lo que estaba pasando. No podrá hacerlo.

El suceso causó gran revuelo en el edificio con más viviendas de toda la ciudad. Los vecinos no pudieron entrar en sus casas hasta pasada una hora y media del ataque cuando la Policía Nacional finalizó sus diligencias. Algunos de ellos coincidieron en el relato de las amigas estirando la versión hasta episodios de malos tratos continuados y golpizas en el piso del tercero donde residían.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «Venid a por mí, por favor»