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ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Miércoles, 23 de mayo 2018, 03:47
El parque Purificación Tomás volvió a ser territorio de jóvenes en el Martes de Campo. Un año más, los adolescentes hicieron suya esta zona del Naranco, distanciándose del parque de San Francisco, donde se dan cita los fieles a la Sociedad Protectora de La Balesquida ... y quienes prefieren un plan más familiar.
Los exámenes finales no impidieron, sin embargo, a los jóvenes disfrutar de la jornada de asueto. Fran Menéndez afrontará hoy una prueba decisiva para su futuro académico, pero ayer templó los nervios con sus amigo: «Llevamos viniendo dos años al Purificación Tomás y este año el Martes de Campo coincide con el final de la evaluación», confesaba mientras escanciaba un culín de sidra. «No pasada nada porque mañana -por hoy- tengamos que ir a clase», añadió.
El problema es que algunos no terminaron el día en condiciones. Agentes de la Policía Nacional y Local vigilaron que la situación no se desbordara en el Pura Tomás, sin embargo los efectivos sanitarios habían atendido ya a más de veinte personas y trasladado, antes de que cayera la noche, a dieciséis de ellos al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) por, sobre todo, un consumo excesivo de alcohol.
Más familiar discurrió la celebración en los barrios de Ventanielles y Buenavista, que organizaron sus particulares Martes de Campo, una fiesta a la que también se ha sumado este año Fitoria.
Desde Gijón llegó Elena Fernandes para disfrutar con «sus seres queridos» de la comida en la calle de Ventanielles. En este barrio se reunieron medio millar de personas entorno a cuatro hileras de mesas y mientras tomaron el postre la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo puso el toque musical. «Llevamos dos años celebrando el Martes de Campo a la vera del Palacio de los Deportes y cada vez viene más gente», apuntó uno de los organizadores, Rosendo Vega.
En Fitoria, los miembros de la asociación de Festejos San Antonio de Fitoria-Villajemil elaboraron una gran paella. José Manuel Villa explicó que esta comida popular se celebró de forma asidua hasta 1993, pero «hace 25 años se perdió esta tradición y ahora la hemos recuperado para recaudar fondos para las fiestas de San Antonio», explicaba. Jacobo Cano degustó el arroz y dijo que los diez euros que pagó estaban «bien invertidos».
En el parque Juan Mata, de Buenavista, se repartieron 250 bollos. Cecilia Candia y sus amigos apostaron por celebrar allí la comida.
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