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ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Miércoles, 23 de mayo 2018, 03:47
La Cofradía de La Balesquida instaló ayer por primera vez dos carpas en la plaza de la Catedral para repartir los bollos entre sus cofrades. En total, 1.425 y sus consiguientes botellas de vino. Los desencuentros con la Sociedad Protectora de La ... Balesquida han propiciado este distanciamiento: cada entidad celebró la fiesta por separado, rompiendo así con una larga tradición.
Si la Protectora siguió con su 'base de operaciones' en el Campo de San Francisco, la Cofradía optó por no separarse de la Capilla de La Balesquida, donde a las diez de la mañana tuvo lugar la bendición de los bollos.
El director espiritual de la Antigua Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza, Ángel Rodríguez, incidió en que esta institución tiene «en sus entrañas la preocupación de ocuparse de las necesidades de los demás».
Luis Alfonso Llera fue uno de los primeros que recogió el bollo. Sus seis sobrinos son cofrades desde hace años, explicó: «Me gusta recogerlo a primera hora de la mañana».
Evaristo Fernández también acudió a la plaza de la Catedral. «Los cofrades de La Balesquida son los dos pequeños de la casa, Inés y Alonso. Los apuntamos nada más nacer con el consenso de sus padres y ahora acostumbramos a pasar el Martes de Campo todos juntos en el municipio vecino», explicó.
Fernández defendió su pertenencia a la Cofradía como símbolo de «tradición» porque, justificó, es la que «más historia tiene».
El reparto de ayer junto a la Cofradía de La Balesquida fue el primero y cogió por sorpresa a muchos, que no sabían si tenían que ir al Campo o no.
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