GONZALO DÍAZ-RUBÍN
OVIEDO.
Lunes, 18 de enero 2021, 00:25
¿Cuánto valen los terrenos de La Vega? La cuestión vuelve a la actualidad ahora que el último esbozo del equipo de gobierno para la fábrica de armas pasa por compensar a Defensa, propietaria del recinto, con la recalificación de parte de los ... suelos para usos residenciales. El alcalde, Alfredo Canteli, sostiene que 44 millones de euros, tomando como base la valoración catastral (22 millones) hecha por la Delegación de Economía y Hacienda, y reitera que es una cifra «inasumible» para la ciudad. Su predecesor en el cargo, Wenceslao López, defiende que mucho menos, que la valoración del catastro es, eso, del catastro, no de Defensa y que contiene errores. Lo cierto es que la valoración del Ministerio no existe. «Respecto de las valoraciones, todavía el INVIED (Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa) no está en condiciones de adelantar una cifra que pueda ser fiable», según consta en una comunicación del departamento de Margarita Robles a la que ha tenido acceso este diario.
Publicidad
El proceso de negociación iniciado por el tripartito para hacerse con la propiedad de los terrenos murió en el calendario electoral de 2019 y, después de los comicios de mayo de aquel año, fue dejado de lado por PP y Ciudadanos sin que Defensa haya puesto precio a los suelos. Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, el Ministerio solicitó al Ayuntamiento una certtificación urbanística de la calificación de los terrenos (industrial) con el aval del secretario general del Pleno. Un documento que el Consistorio nunca llegó a elaborar. Defensa pedía esa certificación para hacer su hoja de valoración, a la vez que terminaba de medir los edificios existentes en la parcela.
La certificación habría aproximado la tasación de los terrenos a los valores en los que se movía en el anterior equipo de gobierno y echado por tierra la valoración del Catastro. Según reconoció la Delegación de Economía y Hacienda en un informe, la polémica valoración de los suelos, la de los 44 millones largos de euros, se hizo «por repercusión de la superficie realmente construida con un valor unitario de 617 euros por metro cuadrado del uso de vivienda predominante en la zona». O lo que es lo mismo, el Catastro tasó las naves de La Vega al precio de los pisos de Teatinos o La Tenderina, aunque lo minoró con un coeficiente reductor del 0,17 por tener más de 90 años de antigüedad las edificaciones.
Frente a esas pretensiones, el Ayuntamiento presentó alegaciones y varios informes en febrero de 2019, en los que los funcionarios municipales alertaban de que habría que tomar en consideración que el estado de conservación de los edificios, la limpieza y las demoliciones necesarias, los desbroces y, en último término, urbanizar y eliminar las trazas de agentes contaminantes tras más de siglo y medio de actividad fabril excederían el valor de mercado del predio.
Publicidad
Todo parece muy técnico, muy burocrático y aburrido, pero es un camino que el nuevo equipo de gobierno tendrá que recorrer si quiere hacer algo con La Vega. Da igual que quiera el recinto entero que solo 20.000 metros para usos culturales, como señaló el alcalde en su última propuesta, porque, según el informe del asesor jurídico general de Defensa el ministerio «no puede revertir ninguno de los terrenos de la fábrica de La Vega al Ayuntamiento», ya que cualquier transacción sobre los mismos «ha de tener, en cumplimiento de la legislación vigente, un carácter oneroso».
Aunque todo parezca muy técnico, muy burocrático y aburrido, hay margen para negociar. ¿La prueba? En enero de 2017, aún con el Gobierno de Mariano Rajoy, el tripartito viajó a Madrid para reunirse con el Ministerio de Defensa, que entonces dirigía María Dolores de Cospedal. Viajó en furgoneta y cargado de papeles, pero en medio de la reunión los responsables del Ministerio dejaron de lado el legado de Las Pelayas y los documentos históricos y deslizaron un precio: 32 millones de euros, negociables y pagaderos en aprovechamientos.
Publicidad
El tripartito hizo como que no había oído aquello, pero Defensa realizó una valoración, poco después, que casaba con el precio adelantado. Así lo reconoció, ya tras la moción de censura que apartó al PP del poder, el portavoz socialista en la comisión de Defensa del Congreso, Ricardo Cortés Lastra. La valoración, por cierto, tomaba como referencia el precio del suelo de El Milán y, no, tampoco casaba con la usada por el Catastro, 517 euros por metro cuadrado construido.
Cosas así demuestran que hay margen para negociar el precio, pero que no hay otro camino que una transacción a título oneroso, pagando. El actual equipo de gobierno tendrá que andar ese camino, admiten fuentes de Alcaldía, pero primero quieren sondear al Ministerio de Defensa y celebrar una reunión con sus representantes preferentemente en Oviedo. La idea de recalificar parte de los suelos en favor de Defensa para vivienda no es nueva, pero requerirá largos trámites y entrar en el precio, por mucho que el Ayuntamiento insista en que solo quiere una sexta parte de la parcela para usos culturales y el entorno de la capilla para un parque.
Publicidad
Más difícil encaje tiene promover un parque empresarial privado, dijo el primer edil, en el resto de los terrenos. Al igual que le pasa a Defensa, los suelos públicos no se pueden regalar ni ceder. El equipo de gobierno quiere atraer al Ministerio hacia alguna forma de colaboración para desarrollar el polo empresarial con la participación de la Cámara de Comercio o la Fade. No parece fácil. El Estado ya rechazó en 2012, una propuesta en ese sentido del entonces primer edil, Agustín Iglesias Caunedo.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.