El Consistorio de Oviedo no ha logrado aprobar ni una de las actuaciones de los fondos europeos

El proceso ha sufrido varias vicisitudes. La primera, como informó este diario, fue la adecuación del proyecto a los porcentajes que exigía la UE para financiar las obras. 'Conectando Oviedo 2016' variaba los porcentajes de inversión europea y municipal según que obra se tratase. Hacienda dijo 'así no' y obligó a recalcular las responsabilidades de cada parte. El Ayuntamiento proponía actuaciones por 19,43 millones de euros, de los que 10,3 correspondían a la ayuda FEDER y 9.1 a la aportación municipal. El ministerio dijo 'nones' y solicitó un plan de implementación que se ajustara a un 80% de financiación de la UE y un 20% municipal.

El programa, tras el ajuste, se quedó en 12,9 millones euros, de los cuales 10,3 los sigue poniendo la UE y casi 2.6 los aportará el Ayuntamiento, que se comprometió a financiar hasta los 19 millones fuera del programa. Tampoco cuadraban las líneas de actuación anunciadas con las subvencionables: hubo que ajustar y refundir, según los criterios de selección del proyecto 'Conectando Oviedo 2016'.

Así se llegó al verano pasado. En tres ruedas de prensa consecutivas, Del Páramo, Marisa Ponga y Ana Rivas presentaron tres hitos a los que había llegado el programa. El primero avanzó, coincidiendo con el día de Europa, que tras las idas y venidas, el manual de procedimiento, la guía para poder comenzar a invertir los 10,3 millones del programa operativo había recibido el visto bueno. Las socialistas, por su parte, anunciaron que, las dos líneas que recaían en sus concejalías, Servicios Sociales e Infraestructuras, estaban listas para licitar, la línea de ayudas para mejorar la integración social en Ventanielles y el cambio de calefacción del Palacio de los Deportes. Nada, pese a que la reforma del edificio de Sánchez del Río ya tenía proyecto redactado desde antes de que Bruselas decidiera que Oviedo podía entrar en el programa.

En cuanto al grueso de la operación, el Bulevar de Santullano, se reservaron 5,7 millones de euros para comenzar las obras por el tramo central, el de Ángel Cañedo, pero ya en julio los técnicos municipales avisaron de las deficiencias y sobrecostes de 'Bosque y Valle', el proyecto encargado a los arquitectos Eslava y Tejada y al ingeniero Gistau. Se lo devolvieron, regresó modificado, la UTE rebajó de 51 millones a 30 -en presupuesto de ejecución material- aunque no bastó y sigue padeciendo el escrutinio de los arquitectos municipales.

Había prisa en mayo de 2017, pero lo que no había entonces y se ha agravado ahora, es capital humano. Sirve para el Consistorio la metáfora de la manta para los equipos de fútbol que van justos en la tabla: si te tapas los pies, se te enfría la cabeza y viceversa. La baja por enfermedad de la jefa de la oficina presupuestaria obligó a que la técnica encargada de sacar adelante los EDUSI cambiara de ocupación y fuese a echar una mano al departamento de Rubén Rosón, enfrascado en sacar adelante los presupuestos de 2019.

Con la dificultad secular del Ayuntamiento para redactar proyectos, recibir aprobación, licitar, adjudicar y comenzar a ejecutar obras -unos nueve meses de media- y con los esfuerzos del gobierno en otros frentes como la reversión de la fábrica de armas de La Vega o más de andar por casa como lograr agilizar licencias urbanísticas, la regeneración urbana de la antigua autopista sigue paralizada.