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P. A. y A. A.
Viernes, 27 de octubre 2023, 19:03
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acaba de dictar sentencia en el conocido como caso de 'la manada de El Antiguo' por el que cuatro jóvenes, de entre 18 y 24 años, se sentaron en el banquillo de los acusados a principios de este mes.Dos de ellos procesados por sendos delitos de violación de una menor de edad –de 17 años– en el año 2020, por lo que se enfrentaban a penas de quince años de prisión; y los otros dos, por los delitos de exhibicionismo: un año de cárcel. Tras el juicio celebrado a puerta cerrada, la Audiencia condena a los dos primeros –J. D. C. R. y S. A. B. A.– por violación a doce años de prisión; mientras que los otros dos jóvenes han sido absueltos del delito que se les imputaba porque, aunque queda acreditado que se masturbaron mientras sus amigos cometían la agresión sexual, no tuvieron intención de mostrar sus genitales a la víctima.
La sentencia sí destaca que la conducta de ambos, defendidos por los letrados Manuel Belinchón y Fernando de Barutell, que habían reclamado su absolución, «podría ser constitutiva de otros tipos penales por los que no se ha formulado acusación, como el de omisión del deber de impedir delitos del artículo 450.1 o del de omisión de deber de promover su persecución del artículo 450.2; dado que en presencia de unos hechos de indiscutible consideración delictiva, no solo no hicieron nada para evitarlos, sino que optaron por satisfacer la excitación sexual que les producía su contemplación». «La profunda inmoralidad de este comportamiento no puede dar lugar, sin embargo, a declararlos culpables del delito de exhibicionismo, porque no era una conducta ejecutada con la intención de imponer su visión» a la joven violada, expresa la sentencia.
Los hechos
El fallo recoge como probado que el 7 de agosto de 2020, tres menores tuteladas por elPrincipado acudieron a los Jardines de la Rodriga, donde estuvieron tomando bebidas alcohólicas. En un momento dado, una de ellas llamó a su novio, J. D. C. R, quien se personó en el parque con su amigo S. A. B. A –ambos son los condenados por vialación–. Tras estar un rato charlando, los dos varones decidieron irse a la casa de un tercer amigo, en la calle Jesús. Ellas les acompañaron hasta el domicilio, al que acudió un cuarto joven. Entrada ya la noche, una de las menores «se sintió incómoda y se marchó de la vivienda». En ese momento, una de sus amigas estaba en una de las habitaciones con su pareja, J. D. C. R., mientras que la otra chica, la denunciante, permanecía esperándola en el salón con los otros tres hombres. «Al cabo de un rato, como también se sentía incómoda por el interés que percibía de los tres varones», entró en la habitación: «Abrió la puerta, dio la luz, se tumbó en la cama y le dijo a su amiga 'marchamos ya', momento en el que alguien apagó la luz». La menor se incorporó pero «recibió dos empujones, que hicieron que se le saliera una zapatilla y que cayera sobre la cama, dando con la rodilla en el suelo. Seguidamente recibió un nuevo empujón y alguien le metió en la boca un calcetín, que ella se sacó, y luego la zapatilla, que también se quitó moviendo la cabeza. A continuación, S. A. B. A. le bajó los pantalones y la ropa interior, y a partir de ese momento tanto él como J. D. C. R. la penetraron vaginalmente contra su voluntad, alternándose en ello mientras la mantenían inmovilizada agarrándola por los brazos y las manos». Al principio, ofreció resistencia física, pero al comprobar la inutilidad de sus esfuerzos, cesó.
Mientras sucedían estos hechos, prosigue la sentencia, pudo vislumbrar cómo los otros dos chicos «permanecían a la puerta de la habitación, masturbándose».Ellos han sido absueltos de exhibicionismo.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió un trastorno adaptativo mixto ansioso-depresivo derivado de estrés postraumático. En abril de 2022 todavía presentaba una reexperimentación ansiosa durante la exposición de su testimonio.
Además de los doce años de prisión para J. D. C. R. y S. A. B. A., respectivamente, por los delitos de violación; estos tampoco podrán aproximarse a la víctima a menos de 300 metros durante trece años ni comunicarse con ella. También deberán pagar, conjuntamente y solidariamente, 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Asimismo, harán frente a una medida de seguridad de libertad vigilada durante cinco años con posterioridad a las penas privativas de libertad.
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