Los comerciantes del Fontán rechazan de forma definitiva añadir una planta hostelera a la plaza de abastos de Oviedo

Una tarde movida y en la que el ambiente ha estado caldeado por momentos. En primer lugar, porque los vendedores fueron citados por el alcalde, Alfredo Canteli, en el salón de Plenos apenas una hora antes de las votaciones para explicarles el proyecto. Allí, estos le expusieron sus condiciones para darle su apoyo al proyecto: que se les mantuviese exentos del canon mensual que pagan por sus puestos, que se les ofreciese algún tipo de ayuda por parte del Ayuntamiento ante las presumibles pérdidas que iban a sufrir durante las obras y el traslado a una carpa en El Campillín, y que se estudiase un punto alternativo para ubicar temporalmente la plaza de abastos. El regidor, tal y como denunciaron después alguno de los presentes (no se permitió el acceso a la prensa), se mostró «sorprendido» con las peticiones. «Nos dijo que no tenía constancia de ellas, aunque ya se las habíamos remitido por correo electrónico al Ayuntamiento, y que en todo caso las estudiaría, pero se enfadó cuando le pedimos que nos trasladase su compromiso por escrito», criticó Alicia Raquel Ramos.

Después de una escasa media hora, tocó subir a la calle Cardenal Cienfuegos, donde se encuentra la sede de la FAC, en corrillos y en mitad de una incipiente tormenta. Algo más de una hora después, unos salían con amplias sonrisas y otros, visiblemente decepcionados. Fue el caso de Ana Rosete, una de las comerciantes con derecho a voto. «Yo sí quería la reforma. Ya viví una, fue un éxito y esperaba que esta también lo fuera. Me voy decepcionada», resumió.

Descontentos los hubo de todos los colores. Uno muy notable fue el que manifestó la propietaria, aunque no accionista, María Banciella. No tiene permitido votar. «Hay ocho comerciantes que no tenemos derecho a nada, ni siquiera tenemos derecho a hablar porque no somos accionistas y están jugando con mi pan; siento impotencia y rabia», admitió.

Los que votaron no también mostraron sus impresiones tras la votación. Fue el caso de Manuel Rodríguez. A su juicio, «la sensación es que salimos más unidos, con un frente común, que es lo económico. Votamos unidos sin presiones y ahora vamos unidos a sacar el mercado adelante, el mercado de todos los ovetenses».

Aunque no se quedaron únicamente en el no por el no. Están en contra de la reforma planteada por el equipo de gobierno local, no de que el mercado sea sometido a las obras de mejora que urge. Al final de la sesión se presentó un ruego para instar al Consistorio a que renueve la plaza de abastos, aunque sin una planta hostelera, porque verdaderamente lo necesita. Según Alicia Raquel Ramos, «no queremos que se pierdan esos 2,4 millones de euros de fondos europeos». «Nuestra propuesta tiene que ver con la digitalización y la renovación del Fontán con otro proyecto que no incluya la planta hostelera».

Algo parecido manifestó la gerente del mercado, Carmen Quirós. En sus palabras, «lo que nos han trasladado desde el Ayuntamiento es que la decisión que se tomase hoy era vinculante». Aun así, continuó, «seguiremos peleando por mejorar las infraestructuras y ver si hay posibilidad de mantener esos fondos y por seguir ofreciendo un buen servicio».

El PP; no obstante, ya había dejado claro que el proyecto encargado incluye el espacio para tres restaurantes y una sala polivalente y que sólo se realizaría con el visto bueno de los comerciantes, pero sólo ese proyecto. Fuentes municipales confirmaron a última hora de la tarde que las obras no se van a realizar. «Por coherencia no se va a hacer una obra contra el criterio de los comerciantes».