Ver fotos

La esquela de la niña Erika Yunga ante la capilla ardiente instalada en la residencia de la calle San Vicente. ALEX PIÑA

Decenas de chicas aseguran haber sido acosadas en plena calle por el asesino de Erika desde 2019

Una de las víctimas denuncia que el detenido «intentó ponerme una bolsa de la cabeza» en la céntrica Uría, pero salió «absuelto del juicio»

ROSALÍA AGUDÍN Y COVADONGA DEL NERO

OVIEDO.

Viernes, 8 de abril 2022

«Le denuncié en 2019 por acorralarme e intentar ponerme una bolsa en la cabeza» pero «salió absuelto del juicio». Es el testimonio de una de las numerosas chicas que ayer aseguraron haber sido víctimas de Igor P., el presunto asesino de Erika Yunga, la ... niña de 14 años apuñalada mortalmente en el portal de su casa en Vallobín este martes. Estas víctimas de acoso relataron sus historias y todas coincidían en que el moldavo de 32 años, ahora detenido y acusado de asesinato mientras se recupera en el HUCA de las autolesiones que se infringió, era quien «nos acosó» en plena calle. En algunos casos, en sitios tan céntricos como Uría, Melquíades Álvarez o Fray Ceferino.

Publicidad

Ver fotos

Galería. Triste despedida a Erika en Oviedo.

Nerea Enríquez sufrió esta situación, según denunció ayer, en 2019. Se encontraba con un grupo de cuatro amigas en la plaza Feijóo, delante de la facultad de Psicología, cuando el hombre «me fichó y vino directamente hasta mí». «Atravesó todo el grupo y se puso delante para pedirme el número de teléfono. Insistió seis o siete veces y yo siempre le decía que no», detalló.

El supuesto acosador no cesó en su empeño hasta que le dijo que «tenía novio». «Estaba a milímetros de mi cara. Con la mano izquierda sujetaba su móvil y con la derecha metida en el bolsillo con el puño cerrado. Me puse a hiperventilar, a llorar porque pasé mucho miedo», según contó ayer a EL COMERCIO. No llegó a denunciar.

Ver fotos

Galería. Rodean el instituto de Erika con una cadena humana.

Cuando comentó a sus amigas lo ocurrido, le dijeron que «otras veces había estado por la zona» y que a «los tres días intentó poner una bolsa en la cabeza a una joven». Fue en la calle Uría, según contó ayer la joven y adelantó este periódico en septiembre de 2019.

La víctima, según relato por aquel entonces, regresaba a su casa después de haberse despedido de una amiga cuando se encontró con el supuesto asesino: «Era un chaval de entre 20 y 30 años con acento del este de Europa y una gran mochila. Intentó arrinconarme y ponerme una bolsa en la cabeza». Consiguió zafarse y denunció los hechos ante la Policía, pero «salió absuelto del juicio porque al no lograr ponerme la bolsa, solo se le acusa de acoso verbal y es un delito leve».

Publicidad

EL COMERCIO informó del intento de agresión de Uría hace tres años

«Hace cuarenta minutos iba por Uría y un chaval intentó arrinconarme y ponerme una bolsa en la cabeza. El peligro no es nuestra ropa, la hora a la que vuelvas a casa ni tampoco ir por zonas poco transitadas. El peligro es que se creen con derecho a hacerte lo que quieran». Con estas palabras la víctima del intento de agresión ocurrido en 2019 en la calle Uría relató cómo ocurrieron los hechos, recogidos entonces por EL COMERCIO. Acto seguido interpuso la denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional, donde señaló que el hombre la había increpado con lenguaje procaz y ella consiguió huir del lugar de los hechos.

Sin embargo, según prosiguió, «cada pocos meses desde entonces leo por las redes sociales a chicas que se lo cruzaban y a las que acosaba o acorralaba». De esta forma surgió una cadena de mensajes donde «nos avisábamos una a otras porque teníamos miedo, sabíamos que era peligroso y la Justicia no actuaba», relató. «Intentamos evitar lo que pasó. No entiendo de leyes ni de derecho, pero creo que algo falla si tenemos que esperar a que nos maten para tomarse en serio nuestros gritos de socorro. Qué impotencia, lo siento mucho Erika».

En cuatro ocasiones, una joven cuyas iniciales son N. G. L. se encontró con el acosador. La primera, explicó, fue «en el verano de 2019 cuando estaba en el barrio de Gascona. Eran las siete de la tarde» cuando se acercó para «decirme que era muy guapa y que si quería tomar algo con él». Días después, añadió, fue al centro de estudios de la calle Fray Ceferino y se lo volvió a encontrar. «Vi que una chica había denunciado por Twitter» un hecho similar y se dieron cuenta de que podía ser la misma persona. «Era alto y con acento del este», describió. No puso denuncia «porque vi que no había pasado nada».

Publicidad

Con el confinamiento la situación cesó pero en octubre estaba yendo «a El Paraguas y apareció; se me puso enfrente». «Me pidió que tomase algo y me puse detrás de un par de matrimonios y le dejé pasar de largo. Se le notaba que no estaba bien de la cabeza», advirtió. Asimismo, otra mujer explicó que «probablemente acosó a más de diez personas entre el centro y la parte baja de Ciudad Naranco». Ahora, se le acusa de un delito de asesinato.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad