«Quería que se vendiera el 88 porque son los años que cumplí en septiembre»

Cuentan los Acebal que este año fue de mucho trabajo. Vendieron un 20% más de décimos que el año pasado cuando también vendieron el Gordo y en las últimas horas de venta «estuvimos haciendo números súper raros». Esos que a muchos no les gusta porque son 'feos', pero entran igual en el bombo.

La mañana fue larga. Celebraron los tres quintos premio s-vendieron un décimo de cada uno- y, mientras, el sorteo hacía historia. Los nervios se acumulaban porque no llegaba el primer premio pero pasada la una de la tarde, los niños de San Ildefonso cantaron el 88.008. Un número, según Rosa, un tanto extraño por la cantidad de ochos. «Es posible que sea de los últimos décimos que vendimos y que haya tocado a gente de aquí, de la zona».

Unas explicaciones que dio en medio de una gran celebración y donde su madre, María Teresa Muñiz, explicó que en estos meses ha animado a sus clientes a comprar un número determinado: «Cumplí 88 años en septiembre y yo quería que estas cifras se vendiesen». Tres de los que le hicieron caso se llevaron un buen pellizco por esa causa.

Mientras la alegría inundaba la calle Jovellanos, las celebraciones se simultaneaban en la calle Juan Ramón Jiménez, al lado de Valentín Masip. Marta Paredes es la titular de la administración número 27 y ayer veía que el sorteo avanzaba y no habían repartido ningún premio; lo bueno se hizo esperar. «¡Vendimos el Gordo! Es solo un décimo, pero estamos súper contentos». La campaña para ella también ha sido dura porque «tuvimos más de cinco mil boletos distintos de todas las terminaciones».

El resto de premios estuvieron repartidos por la geografía ovetense. El 88979 también se vendió en el número 10 de la calle Amsterdam, el 86007 en el número 20 de la calle La Argañosa y en San Claudio y el 57421 también en la calle La Argañosa.