Judo Avilés celebra un premio que se ha quedado en familia

La gran familia del Judo Avilés está de enhorabuena. Pletórica y de resaca tras un día de la lotería intenso en el que se multiplicaron las felicitaciones y los brindis. La fiesta comenzó a la una de la tarde y no paró hasta la noche. «Tengo más de doscientos WhatsApps sin responder», decía Carlos Fernández, presidente del club, cuando se reunió con algunos de sus chavales para brindar en el Complejo Deportivo Avilés. Se descorcharon algunas botellas de sidra y llegó la segunda buena noticia del día: el entrenamiento del día se caía porque el entrenador no daba para más. En su lugar, se improvisaba una cena en Casa Lin.

Carlos Fernández se felicitaba por una suerte que premia a un deporte que ha pasado «unos años muy malos». «Esto viene como un anillo al dedo porque el judo es un deporte de contacto y por la pandemia se ha caído todo», reconocía. Además, el número había sido elegido por sus chicos. «Cada año cambiamos de número. En esta ocasión, desde la administración nos dieron cuatro para elegir y fueron los chavales los que se decantaron por este. El resto los borramos de nuestra cabeza», explicaba.

No sabe a cuántas familias han podido llegar los 1.200 euros por papeleta (se jugaban cuatro euros de los cinco que costaba cada una), pero casi con total seguridad a los trescientos miembros del club y a todos sus familiares y amigos. Aparte, a los visitantes al torneo internacional Villa de Avilés.

Cada talonario constaba de veinticinco papeletas y en casa de la yudoca Nora Redondo se repartieron entre padres y hermanos porque, a veces, da un poco de pudor comprometer a terceros. «Lo hemos dejado en la familia», reconocía reticente su madre Marta Fernández. En cambio, Susana San José y su amiga Mayte Corrales, madre del yudoca Nel Suárez (plata en la Copa de España disputada recientemente en Tenerife), se quitaban la palabra para bromear y confirmar que iban a gastarlo todo «no vaya a ser que se apolille». Mayte repartió las papeletas de su hijo con sus cuñados y amigas como Susana.

José María Miguélez también se sumó al brindis con su pareja y su hijo Ángel. Se quedaron diez papeletas gracias a las cuales el viaje que tienen previsto hacer a los Pirineos a esquiar «con un presupuesto mínimo, se hará ahora sin presupuesto».

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