Secciones
Servicios
Destacamos
Nikol ya ha escapado del horror de la guerra. La niña ucraniana que cada verano acoge una familia de Gijón y a la que su familia intentó librar del conflicto en un viaje sola hacia Chisináu, llegó a la capital de Moldavia el martes ... de noche, mucho más pronto de lo esperado, sin problemas en los casi 500 kilómetros que separaban el pueblo en el que se encontraba de la frontera y sin atascos ni esperas, por una zona que está siendo mucho menos empleada para escapar que la vía de Polonia o Rumanía.
Sin embargo, su sueño de llegar pronto a Asturias se ha esfumado. Los vuelos entre Moldavia y España están interrumpidos por el conflicto y la falta de documentación complica aún más la situación. La niña corría el riesgo de quedarse en la calle en este país fronterizo con Ucrania y ahí ha sido clave la actuación de la moldava Tatiana Vitu, que lleva veinte años residiendo en Asturias. Tras conocer el caso a través de EL COMERCIO, esta residente en Navelgas contactó con su ahijada Cristina, que vive cerca de Chisinau, y esta ha recogido a Nikol.
Después de hablar tanto con la madre de la menor, atrapada en Kiev junto a su hijo de cuatro años y la bisabuela de los niños, y con Paula Parrondo, la madre de acogida de Gijón, el primer objetivo ahora será conseguir arreglar la documentación que necesita la niña, que atravesó la frontera únicamente con su partida de nacimiento y que solo dispone de la imagen de un fotocopia de su pasaporte en el móvil. Después habrá que pensar cómo hacerla llegar a Asturias, algo complicado porque en la actualidad no hay ningún transporte directo entre Moldavia y España. Tanto la Delegación del Gobierno en el Principado, como el Ejecutivo regional ya están al tanto del caso.
Mientras, en Kiev, continúa la familia de Nikol, que en ningún caso pensó que el conflicto fuera a estallar. «Yo quise que vinieran antes, que vinieran todos, pero su madre me decía que no, que allí vivían siempre con la amenaza y que si pasaba algo ya me mandaría a Nikol», explica Parrondo, muy preocupada por la niña y su familia, que no puede dejar Kiev, prácticamente bloqueada, y que ni siquiera se lo ha planteado, al tener a su cargo a una mujer mayor y discapacitada.
Noticia Relacionada
En la capital ucraniana también están los familiares de otros niños y jóvenes acogidos en Asturias, como los hermanos y madre de Olha Novik, que llegó a Quintes (Villaviciosa) en septiembre, o las hermanas y abuela de Daría y María Pavlovska y Anastasia Zhythyk, con las que se ha perdido la comunicación. Camino hacia España están el padre y otros tres hermanos de estas últimas, mientras que otra familia con dos pequeños y un bebé que salió de Bucarest en autobús el martes está previsto que llegue a Madrid el viernes. Seguramente serán los primeros que vengan a Asturias, pero el goteo se espera que sea constante. Alrededor de 20 familias relacionadas con Expoacción, la organización asturiana que trae todos los veranos a niños ucranianos al Principado, están camino de la frontera con Polonia, donde ya ha llegado otra en la que hay una monitora de la asociación y que intentará reagruparlas para viajar luego a Asturias en un autobús que ha cedido una empresa de transportes. Además, una donante se ha ofrecido a pagar otros dos autobuses.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.