![Trump acaba con los centavos](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2025/02/10/cents-kxHH-U230817833399nOC-1200x840@RC.jpg)
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Donald Trump ha puesto la mira en grandes objetivos como Groenlandia o Canadá pero también tiene propósitos de menor tamaño como las pajitas de papel. Ahora es el turno de los centavos. El presidente estadounidense ha ordenado al Departamento del Tesoro que se dejen de ... acuñar estas monedas por el despilfarro que supone para las arcas públicas su producción. Destaca que el coste de fabricarlas triplica el valor que se le asigna a esta moneda de zinc con revestimiento de cobre y se trata de la razón que le ha empujado a tomar esta decisión para eliminar el gasto gubernamental innecesario.
En concreto, 83 millones de euros anuales suponen las pérdidas para la administración estadounidense por poner en circulación más de 3.000 millones de los llamados «pennys» (peniques) -aunque su nombre oficial es el de «cents» (centavos)-, según el balance de la Casa de la Moneda de Estados Unidos del año fiscal 2024, que finalizó el pasado mes de septiembre. Así, cada unidad tiene un coste de 3,69 centavos. Esto es más del triple del valor que representan y un 20,2% superior al importe de 3,07 del ejercicio anterior, lo que provoca un quebranto de 2,69 centavos por cada una que se produce.
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La primera potencia mundial da el paso hacia el fin del dinero en metálico de menor valor. Aunque no del todo. Trump ha ordenado detener la fabricación de nuevas monedas de un centavo porque considera que es tirar el dinero. Pero hay que aclarar que eso no implica que se retiren de la circulación y los estadounidenses continuarán con los peniques en sus bolsillos. El año pasado, había alrededor de 250.000 millones de centavos en manos de los ciudadanos. Es decir, unos 700 por persona.
El republicano hizo el anuncio después de convertirse en el primer presidente en el cargo que asiste a la Super Bowl. «Durante demasiado tiempo, Estados Unidos ha acuñado monedas de un centavo que, literalmente, nos cuestan más de dos centavos. ¡Esto es un derroche! He dado instrucciones a mi secretario del Tesoro para que deje de producir nuevas monedas de un centavo. Eliminemos el derroche del presupuesto de nuestra gran nación, aunque sea centavo a centavo», escribió Trump la noche del domingo en la plataforma Truth, su red social.
No está claro que el inquilino de la Casa Blanca pueda tomar esta decisión. Ni el Tesoro ni la Reserva Federal, es el Congreso el que autoriza la fabricación de monedas del país, incluyendo sus especificaciones como el tamaño y su composición. Aunque el presidente podría poder ordenar que se dejen de acuñar, como así ha hecho. En 1857 fue la cámara legislativa quien suspendió la producción de la pieza de medio centavo, cuando se quedó obsoleta.
La primera moneda oficial de EE UU acuñada en 1787 para circular fueron centavos de bronce, que recibieron el apodo de «Fugio» o «Franklin», con la autorización del entonces Congreso de la Confederación, aunque otro tipo de efectivo era usado por la población con anterioridad. Supuso el nacimiento de la moneda de una nación.
La Casa de la Moneda de Estados Unidos se fundó en 1792 y el centavo fue una de las primeras monedas puestas en circulación, con un diseño original que representaba a una mujer con cabello suelto «que simboliza la libertad», según la web de la institución. En 1909, se introdujo la imagen del presidente Abraham Lincoln con motivo de su centenario y se ha mantenido desde entonces en esta pieza circular de 19,05 milímetros de diámetro y 1,52 de grosor.
Una de las costumbres en los pequeños comercios estadounidenses como gasolineras o tiendas de barrio es tener una bandeja o un vasito al lado de la caja registradora para que los clientes depositen los centavos que han recibido como vuelta si no los quieren. Estos recipientes suelen tener un letrero: «Coge un penique, deja un penique». El objetivo de esta práctica es facilitar los pagos en efectivo. Así, los clientes que necesitan una moneda de este mínimo valor pueden tomar uno, evitando cambiar monedas o usar grandes billetes.
El debate de eliminar las monedas de bajo valor por su alto coste lleva años abierto, aunque Trump durante su campaña no había mencionado este deseo de acabar con el centavo. Eso sí, va en línea con la misión encomendada a Elon Musk en el Departamento de Eficiencia Gubernamental de recortar el gasto de la administración. Este organismo hace un mes ya planteó la posibilidad de acabar con los peniques, que con la inflación han perdido poder adquisitivo a la par que han crecido los costes de producción.
The penny costs over 3 cents to make and cost US taxpayers over $179 million in FY2023.
— Department of Government Efficiency (@DOGE) January 22, 2025
The Mint produced over 4.5 billion pennies in FY2023, around 40% of the 11.4 billion coins for circulation produced.
Penny (or 3 cents!) for your thoughts.
Sources:https://t.co/Y5LlrpyA62…
Este movimiento para quitar de la circulación los centavos enfrenta la oposición de una parte importante de la sociedad estadounidense. La organización Americans for Common Cents argumenta que eliminarlos no generaría ahorro porque «muchos gastos generales en la Casa de la Moneda permanecerían y tendrían que ser absorbidos por otras monedas».
La supresión de las piezas del mínimo valor aumentaría la demanda de las monedas de cinco centavos, aún más caras de fabricar (a 13,78 centavos por unidad). En total, su acuñación generó 17 millones de euros en pérdidas en 2024. Cabe recordar que la primera moneda cuyo coste de producción es menor que su valor nominal es la de diez centavos.
Los críticos con la medida también denuncian que eliminar la moneda impondría efectivamente un impuesto camuflado de un centavo a los compras, dada la proliferación de los precios terminados en 99 centavos son muy comunes. Pero de momento los americanos seguirán viendo estos números en las baldas de los supermercados.
EE UU no sería el primer país en eliminar sus monedar de menor valor en las últimas décadas. Australia lo hizo en 1992, siguiendo a Estados como Suecia y Nueva Zelanda. Y en 2012 fue Canadá quien dejó de producir centavos, con los mismos argumentos que utiliza ahora Trump: describiéndolos como una pérdida de tiempo y espacio y argumentando que la medida ahorraría millones de dólares al año. Desde entonces los precios se redondean al tramo de cinco centavos más cercano.
Este debate también se está produciendo a este lado del Atlántico y precisamente el redondeo es lo que más temen los españoles ante la posibilidad de quitar las monedas de uno y dos céntimos. Una posición minoritaria en el Viejo Continente. Según una encuesta elaborada por la Unión Europea el pasado mes de diciembre, la gran mayoría de países de la eurozona apuestan por la desaparición de las monedas de menor valor y sólo tres Estados se oponen: Chipre, Grecia y España.
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