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«Antes el acoso se quedaba en el colegio, ahora a las víctimas les acompaña las 24 horas del día, no se sienten ni seguros en su propia casa como consecuencia de los teléfonos móviles y las redes sociales». La psicóloga Isabel Menéndez Benavente, acompañada ... del inspector de Policía Nacional Claudio Alperi, ofrecieron una charla sobre 'buylling' en el marco de las jornadas sobre salud mental organizadas por el Ateneo Jovellanos.
Hicieron hincapié en la necesidad por parte de los padres o tutores de los niños de «hablar con ellos y escucharles en todo momento, no minimizar cualquier problema que planteen con el argumento de que son cosas de niños». «Muchas veces me vienen a la consulta familias y aseguran que los niños nunca han tenido ningún problema en el colegio y al hablar en profundidad con los padres recuerdan que hace un tiempo sí que el niño o la niña les comentó que le habían insultado o había tenido problemas, pero en ese momento no le dieron importancia, por lo que el niño no volvió a hablar del tema por miedo a que no le tomasen de nuevo en serio», explicó Menéndez Benavente, quien abogó por «escuchar a los niños», porque «es esencial».
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«A los niños ahora los tenemos con todos los derechos, pero muy pocos deberes», dijo en relación al comportamiento de los acosadores, «que pueden desencadenar en actitudes delictivas, como acoso en el entorno laboral o maltratadores en el ámbito familiar». Cifró en aproximadamente el 70% de los alumnos de Primaria los que sufren acoso escolar en algún momento de su etapa educativa.
El inspector Claudio Alperi profundizó en los riesgos derivados del «uso sin supervisión de internet» y los peligros de enviar fotografías y datos personales en la red «con la imposibilidad de saber dónde van a acabar». «En las charlas en los colegios siempre hago la misma pregunta: ¿Podríais estar un día sin teléfono móvil e internet? Y las caras que ponen son para analizar...», apuntó el policía nacional, que abundó en las consecuencias de esa adicción a los móviles: «Las principales son la obesidad y el aislamiento social». «Si tenemos una total dependencia los adultos, ¿cómo no la van a tener los más jóvenes?», se preguntó.
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