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La alcaldesa achaca a una situación de «excepcionalidad» meteorológica, por el exceso de lluvias a finales de mayo y comienzos de junio, la sucesión de vertidos que está llegando a San Lorenzo. «Si estos episodios los tuviéramos en febrero, donde oscurece a las cinco ... de la tarde y no hay temporada de baños, no estaríamos ante esta situación», remarcó la regidora, quien dio ayer explicaciones sobre lo ocurrido el lunes, cuando se decretó por primera vez la colocación de la bandera roja por la llegada de residuos al principal arenal gijonés. Sobre la mancha de vertido con algo de olor que se extendió por la bahía gijonesa el lunes, explicó que fue un episodio con el mismo origen que el del sábado 26 de mayo, pero «más limitado en tiempo e intensidad», por lo que no adquirió las dimensiones de aquel. Por ese motivo ayer por la mañana, al ver que la mancha se había diluido, ya se dio orden de permitir de nuevo la entrada de bañistas y surfistas en la mar.
Moriyón aseguró que, mientras que en el casco urbano no llovió, en la zona periurbana del concejo sí lo hizo y además de forma copiosa. Sobre todo en el área de Pinzales, cuyo río volvió a desbordarse. El colector de La Camocha, indicó, alivió el agua en exceso mientras que el de La Arena (que recoge aguas negras y pluviales del centro) no lo hizo. La alcaldesa volvió a defender el uso de los aliviaderos para evitar problemas de inundaciones en la población. Desde 2009, explicó, el Ayuntamiento cuenta con autorización de la Confederación Hidrográfica para evacuar por estas ranuras a los cauces como solución para que los colectores no rebasen su nivel en momentos de lluvias intensas como los de estas últimas semanas. Hay una red de aliviaderos repartidos entre las cuencas este y oeste y la autorización de vertido a través de ella se renueva cada cuatro años. En este último incidente, la carga contaminante llegó a la playa a través del denominado aliviadero número 4, colindante con el Chas y el parque fluvial.
Los resultados de microbiología para cuantificar los valores de bacterias fecales (E.coli y enterococos intestinales) en las muestras tomadas el pasado lunes por bomberos y socorristas se conocerán en dos o tres días. Los análisis del anterior vertido fecal que causó la alarma en San Lorenzo dio unos valores de 960 de E. coli (con un tope de 500) en la escalera 12, la más cercana al Piles. Ayer se volvieron a tomar muestras en las siete playas del concejo.
Moriyón aseguró que los técnicos de la EMA están revisando esta red de aliviaderos para estudiar mejoras y soluciones técnicas que aminoren el problema. «Son cuestiones ingenieriles», indicó, al tiempo que admitió que «no habrá milagros mágicos ante este tipo de incidentes hasta que se complete la conexión del colector de Viesques con el nuevo pozo de tormentas que se construirá en el parque de los Hermanos Castro». «Eso disminuirá la carga contaminante que llegará a la playa al quedar retenido el vertido en el depósito», añadió.
La alcaldesa compareció en un receso de la reunión de coordinación que mantuvo con el edil de Seguridad Ciudadana, Esteban Aparicio, el subinspector de la unidad medioambiental de la Policía Local, Lucas García; Javier Villazón, jefe operativo de los bomberos; el gerente de la EMA, Vidal Gago, y los responsables de Medio Ambiente Clara González-Pedraz y Jesús Testón.
Moriyón comparó la excepcional cantidad de precipitaciones a las puertas del verano que está habiendo este año con la atípica situación de 2013. Entonces, recordó, una sucesión de temporales hasta la segunda quincena de junio dejó a la playa con apenas arena seca, lo que impidió aquel verano casi instalar casetas. Aseguró que en los siete años que lleva al frente de la Alcaldía nunca se había enfrentado a situaciones así.
También rememoró la tromba de agua de junio de 2015 que anegó la calle Brasil mientras estrenaba su segundo mandato. Destacó que el Ayuntamiento cuenta con «un protocolo estructurado, que se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo, para responder ante este tipo de emergencia. Tanto para prevenir inundaciones en los bajos de La Calzada como para actuar ante la aparición de manchas desde el verano de 2016, momento en que se creyó que había fugas en el emisario de Peñarrubia.
El gerente de la EMA fue categórico al asegurar que la llegada de residuos a la playa no guarda relación con el problema de la falta de tratamiento de las aguas residuales del este. Técnicos de la empresa han tratado de reunirse con técnicos del Ministerio de Medio Ambiente para preparar la activación de los filtros de la depuradora del este autorizados por los jueces. Esa reunión ahora se suspende para recibir directrices del nuevo Gobierno.
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