Transportes rediseña los accesos a El Musel 15 años después de prometerlos

«Se están estudiando los siguientes pasos, ya que es necesario ajustar las obras a la realidad del terreno», responden ahora desde el Ministerio de Transportes. «En los últimos meses la Dirección General de Carreteras ha tenido conocimiento de que se están replanteando, a nivel autonómico, algunos proyectos que incidían directamente en la concepción y funcionalidad del proyecto adjudicado, como el acceso al puerto de El Musel por Aboño», precisan.

El convenio inicial, firmado en 2005, apostaba por duplicar parte de la AS-19 y conectar a ella dos viales de acceso al puerto, uno por Jove, el otro en Aboño. Este último era responsabilidad de la Autoridad Portuaria, que llegó a encargar en 2009 la redacción del proyecto pero luego aparcó el asunto al no estimarlo estratégico. Esta primavera Intervención General del Estado instó a la Autoridad Portuaria a formalizar ese paso atrás. Concretamente, pidió «replantearse las inversiones en curso para la ejecución del vial de acceso por Aboño, que conectaría con la ZALIA, dadas las dudas acerca de su viabilidad».

Ahora es el ministerio el que se apoya en esa posible renuncia para alegar que eso lo cambia todo. «Un replanteamiento en cualquiera de los tramos en que se ha dividido tiene efectos en la funcionalidad y por tanto en el diseño de los demás, lo que requiere una concepción integral y permanente coordinación entre los agentes involugrados», explican desde Transportes. «La situación actual del territorio aconseja replantear las obras para evitar ejecutar actuaciones que no sean necesarias», alegan.

Se trataría, desde la perspectiva del ministerio, de volver a optimizar recursos. El convenio de 2005 le encomendaba duplicar la AS-19 entre Lloreda y El Empalme (Carreño). En 2014 emitió una orden en la que indicaba que como El Musel «no tiene previsto ejecutar de inmediato el denominado vial de Aboño» no era necesario desdoblar tanto. La autovía debía terminar un kilómetro antes de lo previsto, en Veriña, y el resto se retomaría en una segunda fase.

Esa es la obra que se contrató. Ahora la respuesta ministerial apunta as un nuevo reajuste. Si el único vial que va a existir es el de Jove, existe una parte de los trabajos prevista en el barrio de Veriña y que tenía un precio de licitación de entre 11 y 17 millones que pierde parte de su sentido para el tráfico portuario.

La decisión supone por tanto frenar un desdoblamiento que ya había llegado a la fase de obras, para coordinarlo con un vial, el de Jove, al que le quedan incógnitas por resolver. En junio de 2011, El Musel contrató la redacción del proyecto, a finales de 2017 encargó una actualización y en 2018 elevó al ministerio una propuesta que cifra en 145 millones esta obra de 2,5 kilómetros. «Tenemos dificultad económica» para financiar esa suma, reconocen desde el ministerio.