«Me siento con el respaldo de la mayoría de la ciudad y no defraudaré su confianza»

«Llego a la Alcaldía con el apoyo de tres partidos que lograron en conjunto cerca de 75.000 votos, una auténtica 'mareona' que nunca había conocido Gijón. Me siento con el respaldo de la mayoría de la ciudad, que apoyó la alternativa que representamos la derecha y el centroderecha», defendió. Y añadió que «aspiramos a un acercamiento de posturas entre los dos polos políticos». Recordó que el ideario de Foro «es heredero de Jovellanos y del Partido Reformista de Melquíades Álvarez», destacando como principales señas de identidad «la defensa a ultranza de las libertades individuales, evitando que reglamentos o normativas locales impidan en Gijón lo que en el resto de España es legal y normal; una mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos que hay que equilibrar con la protección del medio natural; y una vocación asturianista en defensa de nuestra tierra, su cultura milenaria y sus marcadas señas de identidad».

Tras hacer mención a anteriores pactos entre partidos de la izquierda, aseguró que con «el primer gobierno de coalición del centro derecha», que se formará «porque la voluntad ciudadana así lo ha querido», se busca «dar estabilidad al mandato» con un equipo «sólido y coherente que representa en su justa proporción a las tres fuerzas que lo constituyen». E incidió en el hecho de que los tres partidos que lo conformarán, así como cuatro de los seis grupos municipales de la nueva Corporación, están encabezados por mujeres, «un dato que confirma la modernidad de nuestra ciudad y la igualdad entre sus habitantes». Como también lo hace, añadió, el hecho de que «en Gijón todos los menores de 24 años han sido regidos en el ámbito municipal por mujeres y el término 'alcaldesa' ha sustituido desde hace tiempo al de 'alcalde'».

Aseguró, en el marco de la polémica por los acuerdos con Vox en materia de políticas de Igualdad, que «este hecho contribuirá a reafirmar nuestro compromiso de igualdad real, que no se queda en aspectos formales, y nuestra promesa de que nadie se va a sentir marginado ni aludido en razón de su sexo, raza o condición social».

De los principios programáticos pactados en sendos documentos con PP y Vox, con principios que según Moriyón «van a posibilitar en Gijón un cambio hacia el progreso», destacó «la defensa de una administración municipal descargada de burocracias y con una gestión clara y transparente» y «la reducción de la fiscalidad sin perder calidad en los servicios que recibe la población y sin poner en peligro el equilibrio presupuestario, gracias a una administración más eficiente». De esta última se beneficiarán «las familias y las empresas, especialmente las pequeñas», con el objetivo de fomentar la inversión y «generar empleo», cuestión que fijó como «una prioridad a la que van dirigidas todas nuestras iniciativas políticas». Para ello, también se pondrá «un especial empeño en la consecución de fondos europeos enfocados a generar economía productiva».

La alcaldesa mostró su deseo de que «Gijón siga siendo una ciudad abierta, plural, acogedora e integradora, como siempre ha sido». Y si en los años 60 «fue generosa» al recibir a gente de toda Asturias y toda España, «en la actualidad ha de seguir siendo una ciudad para todos, incorporando a los miles de emigrantes de otros países que acuden a la ciudad con el deseo de ser ciudadanos de pleno derecho, mejorar sus condiciones de vida e integrarse en la vida laboral y social».

Confió también en que Gijón «mantenga su vocación de líder del desarrollo de Asturias, con un sector industrial poderoso y un sector de servicios donde el conocimiento y la innovación tengan el máximo reconocimiento», donde se preste además «especial atención a las pequeñas empresas y los autónomos, facilitando su funcionamiento». Abogó además porque la ciudad «impulse todo su potencial turístico y cultural» y logre atraer a nuevos ciudadanos y empresas «y que tanto el centro como los barrios y la zona rural se conviertan en espacios atractivos y, sobre todo, seguros».