Pocas ventas y bastantes cambios en el primer día de rebajas en Gijón

«Recuerdo cuando era adolescente la ilusión que tenía por irme de rebajas y que no me importaba hacer colas durante el tiempo que hiciera falta», cuenta Patricia Fernández , una gjionesa residente en Madrid que quiso aprovechar este viernes para adquirir unas prendas de ropa «que ya tenía en mente» para sus dos hijas de 2 y 5 años.

«Hay que apostar por el comercio de proximidad porque eso nos vendrá bien a todos», dice. Los precios que puede encontrar en esta temporada no distan mucho entre Gijón y Madrid, pero «es más cómodo hacerlo aquí», sentenció.

Cuentan los comerciantes que, en general, «nada es lo que era» y echan en falta la alegría de años pasados. Casi todos están de acuerdo en que «ahora la primera jornada es más de cambios que de compras».

La mujeres, fundamentalmente, son quienes han acudido a esta primera jornada de rebajas en Gijón. Las hermanas Sofía y Alicia Navas, acudieron con su padre, Mario, a comprar «con el dinero que les trajeron los Reyes». Una práctica que, comentan los comerciantes, es cada vez más frecuente.

«Creíamos que iba a haber mucha gente y salimos pronto, pero acabamos mucho antes de lo esperado», comentó Mario Nava.

Las tiendas de ropa y calzado, que suelen ser las más frecuentadas en un día como el de hoy, recordaban años pasados cuando «comprar en rebajas era una auténtica fiesta». Eso ya no ocurre pero sí ayuda «un poco» a paliar las malas rachas desde que llegó la pandemia.