Ramón Argüelles respalda la moción planteada por Izquierda Unida en Gijón

«Igual que nos felicitamos por desalojar a un gobierno de derechas del PP en Madrid y poner un gobierno progresista, que podría serlo más si fuera más plural, en Gijón decimos lo mismo», ratificó Argüelles, quien recordó que no se trata de una postura nueva: «Lo decimos ahora y lo decíamos en 2015, pero entonces no fue posible por desavenencias entre Podemos y el PSOE».

En definitiva, el coordinador instó a los partidos aludidos a «dejar de perder las oportunidades que daría un gobierno plural de la izquierda para el conjunto de la ciudadanía».

Un respaldo que también quiso explicitar ayer la dirección de la FSA, que cerró filas en torno al portavoz gijonés, José María Pérez, después de que este fuese cuestionado en la asamblea celebrada el pasado miércoles.

Ya se han dado los primeros pasos para iniciar las negociaciones de la moción. Ayer, se celebró la primera reunión entre IU y PSOE, pero ninguna de las partes quiso concederle «rango político». Se trató de un encuentro de trabajo, en el que las responsables económicas de ambas fuerzas, las concejalas Ana Castaño (IU) y María Pineda (PSOE), realizaron un análisis de la situación económica actual para comprobar, en primer lugar, si ambos partidos coinciden en el diagnóstico de los problemas de la ciudad y, en segundo, qué medidas podrían ponerse en marcha con soporte presupuestario para revertirlos.

El secretario general de Xixón Sí Puede insistió ayer en que la formación morada se encuentra en un proceso de primarias, que «no puede estar contaminado» por el debate sobre la moción de censura. Serán el nuevo secretario general y el Consejo Ciudadano electo quienes «piloten» la propuesta. Esa es, incidió, «la hoja de ruta normal». Cada organización, dijo en referencia a IU, «es libre de tomar sus decisiones en los momentos que crea oportunos».

Por su parte, la vicealcaldesa ovetense Ana Taboada destacó que «lo importante es que las cosas se decidan en las ciudades donde se están debatiendo y no hacer como Javier Fernández, que pretendió decidir en La Gruta las cosas que pasan en Oviedo».