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Hay mucho de lo que discutir y el reloj no espera a nadie. Uno por uno, los partidos de la izquierda gijonesa comenzaron ayer a tomar posiciones respecto a la moción de censura que IU presentó el lunes a Xixón Sí Puede y al PSOE ... para tumbar al gobierno de Foro, liderado por Carmen Moriyón. Eso sí, lo hicieron con mucho cuidado y sin comprometerse a nada. Al menos, aún. Mientras el impulsor de la moción, el portavoz de IU, Aurelio Martín, la defendía como el mejor modo de abordar ya «no el último año de legislatura, sino el primero de una nueva etapa en la que la izquierda debe demostrar que se puede gobernar para los ciudadanos», los demás actores necesarios en la función pisaban el pedal de freno. El portavoz de Xixón Sí Puede, Mario Suárez, lo hizo pidiendo «respeto» a los procedimientos internos de su partido y advirtiendo de que está dispuesto a escuchar, pero la decisión la tomará el nuevo secretario general y el consejo ciudadano que salgan del proceso de primarias abierto en la formación y que no concluirá hasta el 21 de junio. Y el del PSOE, José María Pérez, reconociendo que «la situación es lo suficientemente delicada para que se plantee una actuación» de este tipo, pero recordando que «hacerlo requiere acuerdo». Por esa razón, urgió el inicio de las conversaciones con una advertencia; esta cuestión «no puede eternizarse». Aunque supeditó su postura por la mañana a la reunión de la Comisión Ejecutiva que tuvo lugar esa misma tarde.
En dicho encuentro, los socialistas acordaron aceptar la invitación de Izquierda Unida, la cual valoraron, y se mostraron dispuestos a dialogar sobre la moción de censura, para buscar el consenso de las tres fuerzas de la izquierda y, de este modo, «aprovechar la apertura de un nuevo ciclo político».
El secretario general de la agrupación gijonesa, Iván Fernández Ardura, explicó que es «una pura y dura cuestión de responsabilidad» estudiar la propuesta y «ver lo que da de sí». Por eso, se comprometió a que su partido acuda a la mesa de negociación «con la mente abierta». Aunque también recordó que, en su opinión, «lo más lógico» sería que la Alcaldía recayese «en la fuerza más votada». Dicho esto, asumió, «aún es muy pronto para entrar en el debate» de quién debería encabezar el nuevo gobierno.
Los socialistas se mantienen de esta forma «a la expectativa» del inicio del proceso, que ayer dio mucho que hablar a los miembros de su ejecutiva. Principalmente, explicó su secretario general, «por la falta aún de una visión global, porque sabemos que hay una moción de IU pero desconocemos en qué términos pretende llevarla a cabo».
¿Para este viaje, de apenas un año, tantas alforjas? Fernández Ardura dijo ser consciente de que «un año es poco tiempo, pero el PSOE es un partido de servicio y no se sentiría cómodo eludiendo sus responsabilidades». Dicho de otro modo: «Si podemos hacer algo, que aún no lo sabemos, estaríamos dispuestos».
También en Xixón Sí Puede hubo novedades a lo largo de la jornada. Por la mañana, Suárez denunció la «paralización y ralentización» que sufre el Consistorio desde hace más de un año. Se refirió al plan económico y financiero «indigerible» para su partido y coincidió con IU en el análisis de la situación. Además concedió que en España se ha abierto un nuevo ciclo político con la moción de censura a Mariano Rajoy e ironizó con la «alegría y alborozo» con la que las organizaciones de IU en Gijón y en Asturias han abrazado el nuevo escenario de confluencia entre su coalición y Unidos Podemos. Porque en ese escenario quiso enmarcar la moción municipal.
Pero solo unas horas después de que Mario Suárez asegurase que «ninguna persona con sentido común» podría esperar que su partido abordase las negociaciones con carácter previo a las primarias -esto es, hasta el día 21-, porque «sería dinamitar un proceso interno», su oponente para liderar la formación en Gijón, Verónica Rodríguez, apelaba a «una posibilidad de no demorar la decisión, consultando a las bases y dando participación a todos los sectores en la negociación» de la moción.
Rodríguez consideró «imprescindible» abrir el debate cuanto antes, porque «es el momento de tener altura de miras y ponerse por encima de los intereses partidarios». Así, manifestó estar dispuesta a sentarse a la mesa de negociación junto al otro candidato, Mario Suárez del Fueyo, si eso permite ir avanzando en las conversaciones con IU y PSOE. «Emplacemos a la asamblea a que elija una comisión negociadora plural para no demorar más un debate que urge», resumió.
Izquierda Unida se reafirmó en la necesidad de atajar la «situación caótica y de parálisis» en la que ve sumido al municipio y quiso huir de «personalismos» y de entrar en la discusión sobre quién será el alcalde. Martín apostó por «un gobierno de coalición fuerte y estable» y parafraseó a Pablo Iglesias (Turrión) instando a la formación de un nuevo equipo de gobierno «de amplia base». Será necesario, insistió, para «abordar una perspectiva de cinco años».
El PSOE no olvidó que existe una fecha tope para que el Ayuntamiento presente un plan económico y financiero. Antes del 18 de julio deberá plantear los ajustes, si quiere evitar que el Consistorio sea intervenido. Los plazos «son discutibles» y «seguro que el nuevo ministro será más flexible», respondió Martín.
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