El PSOE de Gijón elegirá candidato en primarias y cierra el paso a la designación directa de Ana González

Todo ha pasado muy rápido o despacio según se mire. El 1 de julio se dio el primer aviso, del que ya algunos tomaron nota. En la asamblea extraordinaria celebrada en el colegio Jovellanos se hizo una balance de la gestión municipal. Ya en ese momento Carlos Zapico, que acabaría siendo uno de los promotores de estas primarias, lanzó la advertencia cuando tomó la palabra. Con la canícula se produjeron los primeros movimientos. Se fueron sondeando los apoyos. El misil se acabaría lanzando hace poco más de un mes cuando un grupo de veteranos militantes formularon una consulta a la ejecutiva local sobre cuál es el procedimiento para activar el proceso. Sonaba a extemporáneo, aunque ellos siempre mantuvieron que lo que hacían era fruto de escuchar lo que se decía en la calle.

David y Goliat. Un pequeño grupo que tenía apoyos, silenciosos, contra la defensa a la gestión de la alcaldesa, que venía por boca de la dirección de la FSA. El propio Adrián Barbón, durante su visita a la FIDMA cerró filas en este asunto y pidió que no se enredase. Aquello del 'barullu'. La vicesecretaria general, Gimena Llamedo, también dio su apoyo a Ana González días después. Unas palabras que, a preguntas de los periodistas, contaron con el beneplácito del secretario general del PSOE gijonés, Monchu García.

Pero la bola de nieve ya había echado a rodar, el final de la ladera no se vislumbraba. Creció más y más. Y así hasta ayer, cuando la militancia socialista, con su firma y DNI, dijo con rotundidad que quiere primarias para elegir a su candidato a la Alcaldía. Aunque los apoyos no dejan lugar a interpretaciones, hasta ayer los promotores no las tuvieron todas consigo.

Llevaron 675 a la sede de la FSA. Allí había un puñado más que habían llegado directamente a la Comisión de Ética. Insistieron que sabían que todas eran válidas. Y no erraron. De las 675 (y algunas más), se dieron por buenas 662. Se empezó a sumar a las 12 del mediodía. Se acabó pasadas las seis de la tarde con solo una pausa para comer. Aunque hubo discusión sobre alguno de los formularios, los presentes aseguran que fue todo bastante tranquilo y sin lugar a discusiones. Poco imaginarían los paseante de la calle de Santa Teresa en Oviedo, donde se ubica la sede de la FSA, que allí, en el primer piso, con las ventanas abiertas y sin cortinas, se estaba decidiendo el devenir en el corto plazo del PSOE en Gijón. Con sobresaltos, porque Carlos Zapico tuvo que ser atendido en una ambulancia, pero sin apenas firmas que se retractasen -a pesar de los augurios- y con un símbolo de victoria.

Lo que ahora se abre son dos nuevas tramas a esta historia. Una conocida y regulada: el proceso de primarias para elegir candidato. El otro es cómo se gestionará una tricefalia: un secretario general, una alcaldesa en ejercicio y un candidato en 2023. Lo aspirantes tienen el 19 y 20 de septiembre para comunicar su precandidatura.