EDUARDO PANEQUE
GIJÓN.
Miércoles, 14 de septiembre 2022, 00:32
Quedan unas horas de recogida de firmas, las de hoy y unas pocas de mañana -tienen que estar entregadas el jueves a las 12 horas en la FSA-, y el debate se ha trasladado del especular sobre si se llegará o no a las ... 592 que forzarían un proceso de primarias a cómo será el recuento de las rúbricas. Los ojos ya están puestos sobre la Comisión Autonómica de Ética, que será la que tenga la última palabra en todo este asunto.
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Ya en los últimos días se le han ido acumulando las tareas sobre un proceso en el que se va relativamente a ciegas al ser inédito y que no había sido desarrollado prolijamente en los reglamentos. Esa misma comisión ha tenido que decidir cómo dar salida a la petición de un grupo de militantes afines a Ana González para tener las mismas condiciones que los que están recogiendo apoyos a las primarias, acogiéndose a la excepcionalidad recogida en los estatutos para este caso.
También se han pronunciado sobre las comunicaciones y, en otro momento, decidieron elevar a Ferraz una consulta por las dudas que presentaba la posibilidad de permitir o no retractarse de la firma.
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Pero todo bien podría ser un entrenamiento antes de la prueba final: la validación de las firmas. Los promotores cuentan con superar las 600, por encima del mínimo exigido, y también con que algunas no pasarán el filtro. «Estamos a un paso de conseguirlo, queda un último estirón», decían ayer. La Comisión de Ética, según se ha explicado, una vez recibidos todos los formularios de la firmas -y la fotocopia del anverso del DNI- introducirán la información en una base de datos de Ferraz que les dará la información. No solo les dirá si ese afiliado está dado de alta, sino también, por ejemplo, si lo es con anterioridad al 1 de junio (fecha de referencia en este proceso). Además, cuando algún dato no cuadre o la firma del formulario y del DNI no coincidan, se podrá hacer una llamada al firmante.
Y aquí han venido las nuevas suspicacias. Ayer los promotores de las primarias anunciaron que garantizarán las firmas acudiendo a los servicios notariales. «No se puede comprender cómo es posible que se estén improvisando actuaciones y normas que rigen un procedimiento mientras este se desarrolla». A su juicio, «estamos casi al final del partido y los árbitros no hacen más que dar nuevas normas». Se quejan, por ejemplo, de que aún no se conoce el censo definitivo -esta consulta está elevada a Ferraz- con la respuesta a las modificaciones solicitadas respecto a las personas fallecidas. Este asunto podría rebajar el baremo de firmas necesarias. Este grupo de militantes, además, ha solicitado estar presente en esta validación de las firmas. Algo así, para hacerse una idea, como lo que hace un interventor en una mesa electoral en unos comicios. Observar que todo es correcto.
Entre tanto, la vida plenaria sigue. El que es de facto el último día de recogida de firmas coincidirá con el Pleno ordinario municipal de septiembre. En él, el concejal no adscrito, Alberto López-Asenjo, preguntará si «la crisis interna que está sufriendo el PSOE en Gijón afectará al funcionamiento del Ayuntamiento». Además, a la dirección de la FSA le pillará el jueves, cuando está previsto que se validen las firmas, en la Junta, en la tercera sesión del debate de orientación política.
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