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La gran escultura construida en la fachada del colegio de la Inmaculada de Gijón en homenaje a los 'héroes del Simancas' no será Bien de Interés Cultural. La consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte del Principado, Vanesa Gutiérrez, anunció este martes en respuesta ... a una pregunta de Vox en la comisión de Cultura de la Junta General del Principado que los técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural consideran que la pieza no cumple los requisitos para obtener ese grado de protección, por lo que no se tramitará el expediente de reconocimiento que solicitó iniciar la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces.
La consejera leyó un resumen del informe que el pasado jueves, según indicó, sirvió de base a la comisión permanente del Patrimonio Cultural para descartar el inicio de esos trámites. «Alguna de las cuestiones que especifica es que ese monumento se inauguró en 1958, después de muchos años del proceso de construcción, produciéndose a lo largo de los mismos un cambio total del proyecto original del arquitecto Luis Moya y el escultor Manuel Álvarez Laviada», explicó Gutiérrez, quien remarcó que según los técnicos «no hay nada original ni destacable» en la configuración de una pieza «enmarcable en la tipología de monumentos conmemorativos a los caídos del bando franquista». Añadió que, si bien Moya y Álvarez Laviada «son autores significativos en sus respectivos ámbitos de las décadas centrales del siglo XX, con una obra amplia, variada y de calidad diversa», esta escultura en cuestión «no es una parte significativa ni destacada de su obra», una afirmación que los técnicos basan en «estudios monográficos de referencia centrados en ellos, donde no se menciona el monumento».
Gutiérrez recordó que la pieza «ya fue objeto de análisis patrimonial previo al tramitarse y aprobarse en 2010 el catálogo urbanístico de Gijón y al revisarse el mismo en 2019, no siendo objeto de ninguna petición para aumentar o modificar su protección». E indicó finalmente que, según la mencionada comisión permanente del Patrimonio Cultural, «el monumento a los llamados 'hérores del Simancas' no presenta los valores que acrediten que tiene el valor singular que establece la ley que han de tener los bienes de interés cultural, que tienen que ser los más relevantes del patrimonio cultural».
El diputado Javier Jové, de Vox, lamentó la aplicación de «criterios ideológicos» y confió en una futura derogación de la ley regional de memoria democrática con la que «lograríamos que muchas piezas artísticas no se vean amenazada por su iconoclastia sectaria». Lamentó que «hace un mes el camarada Ovidio Zapico (portavoz de IU y consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos) salió con unas declaraciones fuera de bolos pidiendo desmantelar este conjunto histórico-artístico», razón por la que, recordó, la mencionada asociación Raíces también pidió la adopción de medidas cautelares al considerar que el monumento estaba «en peligro». Y, recordando las concentraciones celebradas recientemente frente al mismo, se preguntó si «demolerían la Casa del Pueblo si esas concentraciones hubieran tenido lugar delante de ella, solo porque a ustedes no les gustan».
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