Crimen del bebé de Nuevo Roces | El piso de la pareja detenida por el crimen del bebé, blindado para la búsqueda de pruebas

El objetivo de la medida judicial es preservar intacto el piso y evitar así que se destruyan evidencias que arrojen luz a las pesquisas. La Policía trabaja con la hipótesis principal de que el alumbramiento se produjo en dicha vivienda, donde habría tenido también lugar el crimen. Los agentes de la Brigada de la Policía Científica inspeccionan ahora minuciosamente el lugar en busca de pruebas e indicios que ayuden a reconstruir las circunstancias que rodearon el parto y la muerte violenta del bebé, un niño que nació sano a los nueve meses de gestación y al que mataron con ensañamiento antes de introducirlo en una mochila y arrojarlo a un contenedor ubicado justo frente al edificio.

El caso permanece bajo secreto de sumario a la espera de que se realicen todas las comprobaciones previstas para concluir la fase de investigación. Los agentes quieren de esta forma determinar el papel de la pareja de la progenitora, a quien ella habría exonerado de culpa en el asesinato.

El propio joven declaró en la Comisaría y más tarde ante la jueza que de guardia que desconocía que su novia, con la que convivía y con quien mantenía una relación estable que se prolongaba siete años, estaba embarazada de un hijo que presumiblemente era suyo. Serán las pruebas de ADN las que resuelvan este extremo.

Continúa con la obligación de comparecer en los juzgados cada día y ha renunciado al abogado del turno de oficio que lo asistió en su declaración ante la jueza de guardia para contratar a un letrado especializado en asuntos penales, quien tratará de demostrar la inocencia de su defendido. El joven, que trabaja en una empresa de suministros eléctricos, ha eliminado de sus perfiles sociales todo rastro de su pareja, de la que ahora se quiere desvincular.

Silvia A. M. permanece en la Unidad Terapéutica y Educacional (UTE) del centro penitenciario de Asturias, donde ya ha recibido la visita de su abogado, Javier Menéndez Barbón, el letrado asignado por el turno de oficio.

El cadáver del bebé fue encontrado la madrugada del 2 de agosto en el interior de un contenedor de la calle de Jenaro Suárez Prendes, en Nuevo Roces. Fue un vecino del mismo barrio el que se encontró con la dantesca escena cuando rebuscaba en el contenido del depósito de basura. Al sacar una mochila para comprobar lo que tenía dentro, vio que caía lo que primero le pareció un muñeco y a continuación comprobó que se trataba de un bebé. No llevaba teléfono móvil, por lo que paró al primer coche que pasaba para que sus ocupantes alertasen a las fuerzas de seguridad. Se puso en marcha entonces una compleja investigación dirigida por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), uno de los grupos con mayor tasa de resolución de delitos a nivel nacional. Tras cientos de horas de dedicación y trabajos, el sábado de madrugada detenían a los dos sospechosos.