Los partidos políticos de Gijón dan respaldo mayoritario a la reforma de El Molinón

El concejal socialista José Ramón Tuero indica que con el planteamiento anunciado ahora «es la tercera vez que el gobierno de Carmen Moriyón cambia de opinión en diez días respecto al Mundial 2030 y a la reforma del estadio». El edil ahonda en que en el equipo de gobierno «siguen esperando sentados a que alguien les dé las ideas que no tienen, solucione los problemas que el equipo de Foro, PP y el tránsfuga de Vox generan, y les haga un plan de financiación para este evento deportivo». Su conclusión es que desde el Ayuntamiento de Gijón «juegan con las cifras a su antojo, sin proyectos realistas sobre la mesa y sin intenciones de trabajar por proyectos importantes para el futuro del municipio».

Los otros dos partidos de la izquierda gijonesa tienen una postura bastante diferente. Javier Suárez Llana, portavoz de IU, explica que «somos conscientes de que El Molinón necesita mejoras y, como estadio municipal, debe ser el Ayuntamiento quien diseñe la reforma y asuma la inversión, más allá del mantenimiento ordinario que corresponde al Grupo Orlegi». Un aspecto sobre el que llama la atención Suárez Llana es la necesidad de «evitar volver a caer en elucubraciones sobre el coste sin conocer previamente el alcance de la reforma». Por eso, considera necesario «definir qué estadio necesita la ciudad y establecer en qué plazos se va a abordar». El portavoz de IU pide huir de «generar falsas expectativas» y reclama que se plantee un proyecto para El Molinón «con rigor y responsabilidad».

El grupo municipal de Podemos está preparando una proposición para el Pleno de abril en la que instarán al gobierno local a llevar a cabo «un estudio riguroso de las carencias estructurales en El Molinón y las posibilidades de mejora», explica su portavoz, Olaya Suárez, quien indica que esa reforma «deberá concretarse en un plan de financiación a largo plazo» para garantizar la viabilidad para las arcas municipales. Por eso, apunta que «nos alegra comprobar la buena predisposición del gobierno municipal».

La portavoz de Vox, Sara Álvarez Rouco, también apunta a que la responsabilidad de la reforma del estadio corresponde al Ayuntamiento y que El Molinón «necesita una adecuación urgente y lo único importante es cuándo va a hacerse y si será un simple remiendo o una obra ambiciosa». Cree que el equipo de gobierno «juega a manejar los tiempos probando estrategias de escapismo», después de haber renunciado al Mundial con la frase de Carmen Moriyón de «este asunto queda zanjado». En opinión de Álvarez Rouco, «no nos hacen olvidar que son un gobierno corto de miras y anclado en limitaciones provincianas enfrentadas al progreso de la ciudad. Hablar de actualizar El Molinón no lo corrige» y el equipo de gobierno está a la espera de «ver si alguien les saca del atolladero en el que se han metido», añade.

El presidente local de la patronal hostelera Otea es Ángel Lorenzo, quien tiene claro que «Gijón necesita tener las mejores instalaciones y El Molinón es una de las más importantes». Eso sí, remarca que «hay que ser realistas y saber hasta dónde podemos llegar». Pero no desdeña una importante aportación de entidades como el Principado, el Gobierno central o la Federación de Fútbol para que Gijón sea sede del Mundial, pues supone «un gran escaparate» y su «repercusión económica». Cree que eso aceleraría la construcción de infraestructuras como la estación intermodal o el metrotrén. «Pero es entendible que si el Ayuntamiento no ve compromiso financiero real de los demás actores implicados, no quiera hipotecar el futuro próximo de nuestra ciudad», resalta.

Por su lado, Manuel Cañete, presidente de la federación vecinal (FAV), considera «muy difícil» que Gijón sea sede del Mundial y que «si para alguien es negocio es para la FIFA». En cuanto a la reforma de El Molinón, explica que «si necesita mejoras de mantenimiento habrá que hacerlas y en ese sentido tampoco estaría mal que quien lo usa habitualmente contribuya a ello». Coincide con Martínez Salvador en que lo mejor para la ciudad es que el Sporting suba a Primera, pero reclama ayuda también para «esas otras entidades deportivas que nos están poniendo en el escaparate mundial y no tienen ni para pagar sus viajes», y el deporte base.