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MARCO MENÉNDEZ
Gijón.
Viernes, 14 de febrero 2020, 02:02
El año 2019 no fue en absoluto bueno para las dársenas del puerto de El Musel. Puertos del Estado acaba de publicar las estadísticas del tráfico portuario español del pasado ejercicio y los datos del Puerto de Gijón son malos. El año pasado se movieron en los muelles gijoneses un total de 17.398.917 toneladas, lo que supone un descenso del 11,68% con respecto al ejercicio anterior. Pero lo más llamativo es que la bajada respecto a 2017 es alarmante, pues alcanza los 4,4 millones de toneladas. Eso sí, hay que tener en cuenta que ese año El Musel logró su máximo histórico de tráficos con un total de 21.820.520 toneladas.
Los datos logrados en 2019 son similares a los de 2012, en plena crisis económica, cuando se registró un movimiento de 17,2 millones de toneladas. La diferencia es que entonces se venía de un crecimiento paulatino desde 2009, cuando se había alcanzado el peor ejercicio de la crisis, con solo 14,6 millones de toneladas de mercancía movidas en los muelles locales.
En los dos últimos ejercicios el descenso está siendo muy acusado, a tenor de más de dos millones de toneladas al año. En 2018 se registraron 19.699.864 toneladas, una cifra que continuó bajando de manera notable.
Pero, ¿dónde puede estar la clave de este descenso de los tráficos? La respuesta es que en el punto fuerte de El Musel, como son los graneles sólidos, fundamentalmente el carbón térmico y siderúrgico, y el mineral de hierro. En 2019 solo se movieron por este concepto 14,5 millones de toneladas, un 15,66% menos que el año anterior. Sin duda, el cierre de centrales térmicas dentro del área de influencia de El Musel, así como el descenso en la producción de acero por parte de ArcelorMittal, debido a diferentes cuestiones, están en la raíz de estos malos números. Solo en graneles sólidos, El Musel se dejó en el camino en un único ejercicio 2,69 millones de toneladas. Otros tráficos a la baja, pero de manera mucho menos importante, fueron la pesca y el avituallamiento.
El tráfico contenerizado tuvo un comportamiento positivo en cuanto a las toneladas movidas, pero negativo en el número de TEUs (contenedores de seis metros o similar), que hasta ahora era la referencia con la que se hacía fuerte el puerto. El año pasado se llegó a 1.004.985 toneladas de mercancía contenerizada, lo que supone un aumento del 4,11%. Pero el número de TEUs fue de 75.688, es decir, una bajada del 4,55%. Eso se debe a que se redujo mucho el número de contenedores vacíos que movían las navieras.
Por otro lado, los pasajeros de crucero fueron 15.388, un descenso del 46,52%, a pesar de que llegó un buque más que en 2018.
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