Moriyón: «Son unos hechos muy graves y merecen nuestra condena más enérgica»

La muerte de José Antonio Justel, leonés afincado en Gijón, tras una brutal paliza en fomento durante la madrugada del sábado ha consternado a la ciudad. Seis años después de la agresión que dejó incapacitado a Germán Fernández en la misma zona de fiesta, la historia se repite con consecuencias aún más graves. La alcaldesa, Carmen Moriyón, aseguró estar «consternada por unos hechos muy graves y que merecen nuestra más enérgica condena». Al tiempo que mandó su «más sentido pésame» a la familia de José Antonio, la regidora puso «a disposición de la autoridades todos los recursos del Ayuntamiento para esclarecer lo ocurrido».

Para la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, se trata de un hecho «execrable». Losa, que apuntó a que la Policía Nacional mantiene abierta la investigación para tratar de dar con los autores de la agresión mortal, mostró «mi más absoluto desprecio hacia todas las formas de violencia, y sobre todo cuando atentan contra la vida de las personas».

Por su parte, el presidente de la patronal Otea, José Luis Álvarez Almeida, quien condenó «rotundamente» lo ocurrido, mandó su solidaridad a la familia del fallecido y deseó la pronta detención de los autores del crimen, aclaró que «se trata de un hecho aislado en una ciudad muy segura». En un comunicado, Almeida agradeció a las fuerzas de seguridad y a los equipos médicos su «rápida actuación» durante los hechos narrados.

El crimen del sábado preocupa a los vecinos. La presidenta de la Asociación Vecinal Jovellanos, de la zona centro, lamenta que «llevamos muchos años avisando al Ayuntamiento de los problemas de seguridad que hay en la zona de ocio nocturno». A la espera de que la concejala de Seguridad Ciudadana, Nuria Bravo, los cite para una reunión de inicio de mandato, Maite Martín, presidenta vecinal, sostiene que «se necesita que haya mayor presencia policial durante las noches de verano e invierno en Fomento». Pide operativos disuasorios porque «no es nuevo que haya peleas casi cada noche».

Martín reclama también que los locales de ocio nocturno «revisen su protocolo de seguridad porque no es normal que todas las peleas empiecen en su interior y terminen de manera violenta en la calle».