«Buscaremos los acuerdos y Gijón tendrá presupuesto. No tengo ninguna duda». Tras la ruptura con Vox, que deja al gobierno municipal en minoría dentro de la Corporación -13 concejales de Foro y PP, frente a los 14 que suman el resto de grupos municipales-, ... la alcaldesa, Carmen Moriyón, se mostró optimista con respecto a la aprobación de unas cuentas municipales para 2024 para las que, cuando llegue el momento, necesitará el apoyo o la abstención de al menos un concejal de la oposición, que suma ahora a Vox. «Los ocho años que tuve la máxima responsabilidad en este Ayuntamiento lo hice con nueve concejales en el primer mandato y con ocho el segundo. Y salimos adelante, incluso para lograr la aprobación de un Plan General de Ordenación después de dos anulaciones. Sé que ahora esto va a requerir un mayor esfuerzo, pero es para lo que los gijoneses nos pusieron aquí: para dialogar, consensuar y buscar soluciones. Y hay cosas que son difíciles pero posibles», afirmó. La regidora no se pronunció sobre dónde podría buscar esos apoyos, pero sí fue rotunda con respecto a dónde no lo hará: en el partido que hasta ahora era su socio de gobierno. Después de una ruptura que consideró «definitoria», asegura que negociar con Vox «no cabe en la pantalla».
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A la salida de este partido de la junta de gobierno -ayer la concejala Sara Álvarez Rouco ya no se sentó en la reunión extraordinaria de este órgano que había sido convocada para aprobar un proyecto de ordenanzas fiscales que Vox había amenazado con rechazar-, Moriyón añade ahora su exclusión del consejo de administración de Gijón al Norte, donde estaba previsto que su portavoz y concejala compartiera asiento con sendos representantes de Foro (el concejal Jesús Martínez Salvador) y PP (Juan José Tielve). «Que se olvide», señaló la alcaldesa, quien destacó la buena voluntad que había puesto de su parte para que los tres partidos del tripartito tuvieran voz y voto en un ente «de extraordinaria importancia, porque es el que está a cargo del proyecto de más calado que tenemos para esta ciudad». Qué ocurrirá ahora con el puesto que quede vacante -si la silla de Vox pasará a Foro o al PP- es otro punto que la alcaldesa no quiso aclarar en su comparecencia ante la prensa, recurriendo a un símil médico: «Los cirujanos sabemos distinguir bien las urgencias de las atenciones programadas. Ayer (por el miércoles) era necesaria una cirugía urgente (la expulsión de Vox del gobierno). Y ahora entramos en la intervención quirúrgica programada, que lleva su tiempo».
La urgencia de la cirugía la marcó una rueda de prensa de la ya exconcejala de Festejos que ayer Moriyón definió como «una emboscada», haciendo hincapié ya no solo en que los cambios que anunció en ella Sara Álvarez Rouco para el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) no le habían sido comunicados, sino en el hecho de que «ni en precampaña ni en campaña ni en los acuerdos de gobierno» ninguno de los tres socios del tripartito incluyó en su programa una transformación radical del certamen como la que pretendía Vox. «Como cualquier evento, siempre es susceptible de mejora o de adaptación a los tiempos actuales. Y si la concejala me hubiera propuesto alguna vez sentarnos a estudiar cambios que fueran para mejorarlo, podríamos haber hablado de ellos. Pero en lugar de eso me la encontré de repente dando una rueda de prensa en la que arremetía contra él y pretendía desmantelarlo, creando incertidumbres sobre él», criticó.
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Insistió en atribuir esa actitud de la edil a una orden de partido procedente de la dirección estatal de Vox y señaló que «el que una marca política te diga desde Madrid lo que tienes que hacer con el festival de cine de tu ciudad ya es el límite». Y criticó con especial dureza la referencia de Álvarez Rouco a la creación de un nuevo premio a cineastas «que reflejen alguno de los valores que estima Vox» para la edición de este mismo año. «¿Qué es eso de querer crear premios conforme a los valores de un partido político? Si prometimos que íbamos a acabar con los sectarismos, ¿cómo vamos a cambiarlo por otro sectarismo?». La alcaldesa defendió que el FICX «es patrimonio de todos los gijoneses, tiene un amplio respaldo de la ciudadanía y quien quiere ir, va. ¿Qué ha hecho para de repente verse enfollonado? Es una parte de la marca Gijón y nadie debe ensuciarlo en el nombre de ninguna sigla de ningún partido».
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Pero las diferencias con Vox van más allá del FICX. Moriyón acusó a Sara Álvarez Rouco de «tener bloqueado desde el 29 de agosto el consejo de administración de Divertia», un órgano que aún no se ha podido reunir este mandato y que, entre otros asuntos, debe aprobar la programación del Teatro Jovellanos para el próximo semestre (desde el 1 de enero). Vox propuso a la concejala como representante en ese consejo, «pero nunca acababa de ir al notario» a firmar la asunción de ese cargo. El motivo, un informe de los servicios jurídicos de la Junta General del Principado que determinaba que ese puesto no es compatible con su condición de diputada autonómica con liberación total. «No se lo dijo a nadie, y nos enteramos cuando llegó la alerta a la Secretaría del Ayuntamiento. ¿Pero qué lealtad es esa?», reprochó. Algo similar ocurrió con su designación como consejera de Gijón al Norte, «que también es incompatible». Fuentes de Foro añaden que en el último momento, ante la imposibilidad de tomar posesión de ambos puestos, propuso para los mismos a un familiar directo, lo que se sumaría al nombramiento de otro familiar en el consejo de la EMA.
Otra diferencia clave es la que existía con respecto a las ordenanzas fiscales, que ayer pasaron por la junta de gobierno. El partido no presentó en tiempo y forma a la concejalía de Hacienda sus propuestas para 2024 y esta semana amenazó con votar en contra de las mismas en la junta de gobierno. Moriyón lo comparó con lo ocurrido con la ordenanza de Igualdad que empezó a tramitar el anterior gobierno municipal y que el acuerdo entre Foro y Vox planteaba «revisar». Recordó que hubo un periodo de alegaciones a esa ordenanza «y si desde Vox hubieran presentado alguna, en virtud de ese pacto las habríamos tenido que estudiar y seguro que podríamos haber llegado a un acuerdo. Pero ¿también es culpa de Foro que se les pasara ese plazo? Y como eso, muchas cosas más».
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