«Ese día estaba inquieto», dice la empleada del hogar del presunto violador de La Coría

La titular del juzgado de Instrucción número 5, encargado de la investigación del violento episodio en La Coría, tomó testimonio a la empleada del hogar durante las citaciones a testigos para apuntalar la acusación que pesa sobre el hombre de 59 años que permanece en prisión preventiva en el centro penitenciario de Asturias.

La mujer aseguró que llegó al domicilio poco después de las nueve de la mañana y que J. M. S. D. estaba allí. Sin embargo, sí que apreció que estaba «inquieto y con comportamiento extraño», un extremo que le llamó la atención. Poco después, metió varias prendas de ropa en casa y salió del domicilio sin decir a dónde iba. Fue detenido pocos días después cuando abandonaba la vivienda de un conocido en el barrio de Pumarín. En ese transcurso de tiempo los familiares del sospechoso llegaron a denunciar su desaparición.

La violación tuvo lugar poco después de las seis de la mañana del 26 de agosto. Eligió a la víctima al azar, pero preparó el asalto tras vigilarla varios días y conocer sus rutinas deportivas. La esperó oculto tras unos matorrales y cuando pasó a su altura, la abordó de forma sorpresiva, la amenazó con un objeto punzante y la llevó a un lugar apartado en una vaguada, junto al río, donde tenía preparado un parapeto en el que consumar la violación.

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) llegaron hasta él por las huellas que lograron extraer de los objetos que el delincuente abandonó en el escenario del ataque. Fue detenido poco después, tras un dispositivo de vigilancia para localizarse que fructificó al detectarse su presencia en la calle Cataluña.

Tanto en la Comisaría de la Policía Nacional como luego en el juzgado de guardia se acogió a su derecho a no declarar. Así lo hizo también hace varios días cuando la jueza volvió a citarlo para tomarle testimonio en la fase de instrucción. Guarda silencio y no pronuncia palabra ni siquiera para tratar de defenderse.

J. M. S. D. había sido detenido en cuatro ocasiones por hechos similares entre los años 1992 y 1998. Esos ataque fueron cometidos en Avilés, Oviedo y Torrelavega. Tras cumplir catorce años de condena y quedar en libertad, volvió a ser detenido en Gijón en 2016 por acosar y perseguir a una mujer, a la que no conocía pero perseguía de forma habitual. La Unidad de Familia y Mujer (UFAM) continúa las investigaciones para determinar si pudiera estar involucrado en otros episodios que no han sido esclarecidos.